Coincidiendo con los dos ciclos que Bilbao Arte dedica este mes de febrero al cine nipón de Kenji Mizoguchi e Hitoshi Matsumoto, esta sala exhibe, hasta el próximo 6 de marzo, obras de la artista japonesa, afincada en Alemania desde los años noventa, Maki Na Kamura. Pertenecen a dos series que realizó el año pasado: GiL. Geometría en representaciones de paisaje y LD. Representaciones de paisajes, inspiradas ambas en la silueta de las célebres Espigadoras que Millet pintó en 1857.
Kamura, muy conocida desde que realizó una acción en un piano, rodeada por sus propias pinturas, en una dirección desconocida de una de la calle Fasanen berlinesa, en el distrito de Charlottenburg, ha mostrado su obra en múltiples galerías europeas desde hace cerca de una década y ha obtenido galardones como el Falkenrot Preis, en 2013, y el Marcel Broodthaers, que reconoce específicamente la actividad de pintores.
La principal fuente de inspiración de la artista nipona es su propia imaginación, pues no pinta realidades existentes, sino imágenes personales que evocan una naturaleza interior y no material. Deposita en sus obras emociones hasta convertirlas en piezas de poesía pictórica que remiten, según Kosme de Barañano, comisario de esta exhibición, a los sentidos, la memoria o la espiritualidad. Ofrecen también una mirada refrescante a la historia de las representaciones del paisaje en la esfera artística.
La muestra de Bilbao Arte lleva por título “Horizon, rainbow and horizon” por la personal concepción personal del paisaje de Na Kamura, que afirma: el horizonte está ahí sólo desde que un pintor lo ha representado. Así, horizonte, arco iris y horizonte no es imposible.
