El Museo del Prado analiza el desarrollo del retrato como género autónomo en el Renacimiento
La muestra “El retrato del Renacimiento”, que hasta el 7 de septiembre podrá contemplarse en el Museo del Prado, constituye el primer intento de aproximación global al desarrollo de este género en Europa a lo largo de los siglos XV y XVI.
MUSEO NACIONAL DEL PRADO
Pº del Prado, s/n
Madrid (España)
Se considera que la primera manifestación autónoma de esta modalidad pictórica, desligada de otras formas de representación del individuo, la encontramos hacia 1335. En esa fecha, Simone Martini tomó a Laura, la amada de Petrarca, como modelo individual de uno de sus cuadros y aquella obra reunía las que hoy entendemos como características del retrato moderno: evocaba a un ausente, suscitaba emociones y podía transportarse de un lugar a otro. Desde entonces, ha habido dos constantes en la evolución del género: su democratización, es decir, la posibilidad de acceder a ser retratado de un mayor espectro social y su aumento de tamaño, consecuencia de la incorporación de la pintura al mobiliario doméstico, pues los primeros retratos conocidos se guardaban en cajas para su contemplación ocasional. Desde siempre asumieron una dimensión simbólica y documental más allá de su valor estético: nos hablan de las aficiones intelectuales, las aspiraciones o devoción religiosa de quien los inspira. Con el tiempo han adquirido además una gran variedad tipológica y sus funciones no han sido sólo de aparato: sirven para seducir, atacar o convencer al posible contemplador, en ocasiones incluso se realizaron pensando en un determinado espectador. El objetivo de esta exposición, en la que se exhiben obras de Van Eyck, Lorenzo Lotto, Durero, Tiziano, Ghirlandaio, Parmigianino o Rafael, es mostrar cómo el Renacimiento fue un periodo de inicio, desarrollo y sofisticación del retrato en el que se exploraron muchas de sus posibilidades conceptuales y formales. Se presta especial atención a la realización, difusión y posibles fronteras del género y a la evolución del autorretrato como instrumento de comunicación del artista.
Accede al vídeo para conocer la opinión de nuestro colaborador Francisco Calvo Serraller sobre esta exposición
Lorenzo Lotto
Micer Marsilio y su esposa