Madrid Metal: una historia ilustrada de nuestro heavy

CentroCentro revisa sus huellas en el imaginario colectivo

Madrid,

Madrid y su cultura siempre han formado parte del programa expositivo de CentroCentro y, atendiendo a tiempos recientes, merecen revisión exhaustiva los ochenta y su música. Hasta el próximo abril, este espacio presenta, bajo el comisariado de Miguel B. Núñez y Tevi de la Torre, “Madrid Metal”, que se nutre de recuerdos de los protagonistas de la escena heavy en la capital en los ochenta tamizados por las ilustraciones de artistas actuales.

El recorrido de la exposición no propone una revisión más o menos exhaustiva o enciclopédica de los artífices de las nuevas músicas nacidas en Madrid al calor de la Transición, sino que ofrece un acercamiento sencillo, concebido para quienes no vivieron el momento, a un tiempo en que el rock y el heavy se convirtieron en manifestaciones identitarias en las que parte de la juventud encontró un espacio para la expresión propia y la rebeldía. En una sucesión de entrevistas, aquellos que eran jóvenes en ese Madrid explican cómo vivieron ser parte de una sociedad en la que finalmente podía popularizarse una música ruidosa y reivindicativa a la par, composiciones que transitaron por fin de lo minoritario y periférico a la primera plana de los medios de comunicación, también de los culturales.

Berto Fojo
Berto Fojo

Los ilustradores participantes en esta exhibición, un total de dieciséis, han revisado archivos y también han tratado de acercarse al clima emocional de esa década a la hora de entender e interpretar, desde la nuestra, qué significó en los ochenta ser heavy. Se trata de Alexis Nolla, Bea Fiteni, Berto Fojo, Carmen Casado, Cinta Arribas, Cristina Spanò, Curro Suárez, Felipe Almendros, Francis Tsang, Genie Espinosa, Joaquín Secall, Lorenzo Montatore, Luís Pérez Calvo, Núria Just, Rata Satán, Roberta Vázquez y Rut Pedreño; ninguno de ellos tenía conocimientos previos y cercanos de esa música y de ese contexto: en la mayoría de los casos porque no habían nacido; otras veces porque no vivían en Madrid o permanecieron ajenos a la Movida y sus alrededores.

Así, pasado no lejano y presente se unen en una muestra que, en último término, indaga en la presencia del heavy en nuestro imaginario colectivo en los últimos cuarenta años y en sus huellas estéticas y sociales en un sentido amplio. Mientras los dibujos de Nolla y Fiteni se acercan a cómo los chavales compartían música entre ellos a partir de cintas de casete donde se grababan discos, Núria Just recuerda cómo el rock contemporáneo, y sus bandas, formaron parte de la programación de la televisión pública (la música, en general, podemos decir que tenía un espacio hoy perdido en la pequeña pantalla).

A Carmen Casado y Secall les han llamado la atención los escenarios de las reuniones juveniles (billares, salones recreativos…) y Genie Espinosa se ha fijado en lo que también tuvieron de espacios de encuentro los bancos de los parques. Invoca asimismo la exhibición la existencia aún de los añorados cines de barrio, de la mano de las obras de Berto Fojo y Curro Suárez, y Lorenzo Montatore ha recreado la entonces permitida asistencia de los menores a salas y conciertos. En la mayoría de estos trabajos, como vemos, cobra importancia la revisión de un sentimiento de comunidad aún vigente, de cierta hermandad entre barrios y de una valoración de la autenticidad que seguramente no duró y que pudo tener que ver con la conciencia de un futuro en el aire.

Núria Just
Núria Just

Se han nutrido, como avanzábamos, estos autores a la hora de dibujar de los testimonios de rockeros como Jesús Fernández, Leonor Marchesi, Elena Pérez Martínez y Lola Ferro; managers como Paco Fernández, difusores de las imágenes del movimiento en el Rastro como Pablo de las Heras, aficionados como Óscar Díaz García, Paco Manjón, Alfonsa García y Yolanda Díaz de la Fuente; poetas como Bebes de Andrés, pinchadiscos como Israel Rosillo, periodistas como Mariano Muniesa, Antonio Pardo y Eva Benito; dueñas de tiendas de ropa heavy como Sara de Frutos o divulgadores como Sergio Guillén Barrantes.

En aquellos años convergían el final de unos tiempos y el nacimiento de unos nuevos, decía Jiménez; podéis consultar la memoria de todos en el fanzine que acompaña la exposición. Se completa con la proyección del documental Ellas son eléctricas, filmado este mismo año y realizado por Leo Cebrián Sanz y Paco Manjón y con un concierto, el próximo 25 de febrero, con las bandas Curly Mane y Kramp; ambas actividades son gratuitas y de asistencia libre.

Cristina Spanò
Cristina Spanò

 

 

“Madrid Metal. Una historia ilustrada de los ochenta”

CENTROCENTRO. PALACIO DE CIBELES

Plaza de Cibeles, 1

Madrid

Del 12 de noviembre de 2021 al 3 de abril de 2022

 

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