La ósmosis de Luis Gordillo

Alcalá 31 repasa su trabajo en los últimos veinte años

Madrid,

En el año 2007 el Museo Reina Sofía, en colaboración con Kunstmuseum Bonn, dedicó a Luis Gordillo una antología, “Iceberg Tropical”, que repasaba su producción desde que en los sesenta iniciara una propuesta estética basada en la reflexión en torno al proceso creativo frente a la obra acabada y en las tensiones interiores que podía cobijar la pintura. La pieza que cerraba el recorrido de aquella muestra, Martirologio cromático (2006), supone el punto de partida de “dime quién eres Yo”, exposición que ahora le brinda la Comunidad de Madrid en su sala Alcalá 31 y que, comisariada por Bea Espejo, analiza su obra en estas casi dos décadas, no atendiendo tanto a series como a la vertiente más emocional y psíquica de las composiciones.

La experimentación, hoy como ayer, continúa siendo el centro de su creación: sus proyectos, fundamentalmente pictóricos aunque no solo, se basan en la reinvención, en el juego con las posibilidades de la pintura, la intuición y la sorpresa, y una vez más parten del ejercicio de analizar las energías que cada una de las imágenes contiene dentro. La citada instalación Martirologio cromático supone, de hecho, un avance de lo que veremos, una declaración de intenciones del modo en que el sevillano entiende la pintura, desde una perspectiva abierta en cuanto a materiales (conjuga lienzo y lona plástica microperforada) y escalas; estas últimas otorgan a la composición otras dimensiones o amplitudes: como expresa Gordillo, otra forma de respirar. Podremos tener la sensación de que el soporte alberga unos ojos sin pupila; a partir de ellos, esta exhibición nos invita a profundizar en las ideas y pensamientos tras estos telones: campos visuales que siguen sin asemejarse a nada y que parecen surgir de la necesidad de decir una y otra vez (repeticiones); del deseo de suscitar sensaciones, aunque estas puedan ser incómodas; de un sentido personal de la extrañeza, vinculada a lo cotidiano; y de una ironía en sus matices diversos: de la guasa al sarcasmo.

Luis Gordillo. Martirologio cromático, 2006. Museo Nacional Centro de Arte Museo Reina Sofía
Luis Gordillo. Martirologio cromático, 2006. Museo Nacional Centro de Arte Museo Reina Sofía

“dime quién eres Yo” es una exposición fundamentalmente pictórica, como dijimos, pero también encontraremos en ella dibujos o fotografías intervenidas que, en algún caso, se convertirán en pinturas más tarde y estas, a su vez, en instantáneas, en un proceso que podría no acabar y que tiene mucho que ver con esa concepción contemporánea, muy consolidada, que no establece jerarquías entre disciplinas. En cuanto a sus dibujos, que parecen fruto de una exploración psíquica manifestada desde el automatismo, se caracterizan por la yuxtaposición de imágenes e ideas que también es la base de sus lienzos: algunos ofrecen campos de color o gestos abstractos, otros recrean rostros, contienen signos primarios, representan paisajes o parecen brotar del inconsciente.

Lo celular sigue siendo una presencia recurrente en buena parte de los trabajos ahora reunidos en Madrid, al igual que las ilustraciones de prensa que colecciona y ciertos objetos que le llaman la atención y cuya lógica o sentido pende de las propias composiciones. Esas células constituyen en su imaginario una suerte de materia prima: a la vida que se despliega en algunas piezas (Darwin en el ascensor, Perspectiva elástica A) parece corresponderse otra subyacente de leucocitos que ya juegan y que, en su movimiento, generarán una imagen con algo de teatral. Si toda incorporación de la unidad básica de los seres vivos alude al origen de la vida y a su multiplicación, en el caso de las imágenes de Gordillo la metáfora resulta fácil: buena parte de ellas se basan en unidades que se interrelacionan para dar lugar a un todo compuesto y complejo.

Luis Gordillo. Perspectiva por adherencia, 1998. Colección Luis Gordillo
Luis Gordillo. Perspectiva por adherencia, 1998. Colección Luis Gordillo
Luis Gordillo. Lee Friedlander in the sixties, 2008. Colección Luis Gordillo
Luis Gordillo. Lee Friedlander in the sixties, 2008. Colección Luis Gordillo

Es frecuente que ese todo se estructure en bandas: la zona central de “dime quién eres Yo” la ocupan lienzos como Lee Friedlander in the sixties, La fábrica de ostras o Fábrica de basura estirilizada, en los que el espacio se articula en franjas, un orden que remite a sus collages de los años setenta, donde empleaba fragmentos de imágenes recortados con tijera para generar el cosmos propio de cada obra. La relación del conjunto con cada parte apunta a una tensión controlada, a un encaje difícil pero logrado, como cuando un puzle complicado por fin encaja.

Si hace un tiempo los dibujos que más interesaban a Gordillo dentro de su producción acababan siendo el germen de lienzos de varios metros, en el periodo en el que se centra la muestra de Alcalá 31 es el medio digital el que a menudo pone los cimientos de sus nuevos trabajos, por sus posibilidades combinatorias sin fin en cuanto a colores y formas, recomposición, corte o expansión. Con ellas jugó a partir del fregadero de su estudio, en el que advirtió opciones estéticas tras observarlo cada día, en Naufragio (2020): las imágenes que integran esta serie, de título lleno de ironía, se ordenan desde la repetición, la geometría y la combinación de motivos semejantes entre sí; a cierta distancia parecen muy parecidas, pero no lo son.

Hablábamos de extrañeza; a la hora de describir esa sensación, el artista nos invita a imaginar ratas moviéndose debajo de nuestra mesa. Estos animales aparecen en RATÓN: ¡No gravity!, como la representación de unas tripas supuso el comienzo de Tiempo sólido. Tiempo cosa, de las múltiples capas de imagen que llegaron después en un proceso que admitirá hasta medio centenar de variaciones en su deseo de colocarlo todo en un mismo plano. El engranaje de esas capas importa más a Gordillo que la belleza resultante.

Tanta extrañeza como retranca subyacen, igualmente, en las múltiples jirafas con las que trabajó en una sucesión de piezas presentes en la primera planta de Alcalá 31, partiendo de una de plástico que encontró en su casa: la llevó a fotografías, collages, pinturas y lonas, expandiendo casi hasta el infinito lo que originalmente era un juguete pequeño, del mismo modo que su pintura se extiende, como un mapa de posibilidades, a partir de un plano inicial.

Luis Gordillo. J+C (Jirafas + Caballos), 2021. Colección Luis Gordillo
Luis Gordillo. J+C (Jirafas + Caballos), 2021. Colección Luis Gordillo

En algunos de sus trabajos recientes todo arrancó, como vimos en Naufragio, de las fotografías que toma de cuanto ocurre en su taller (cambios, la materialización de un cuadro); de esas instantáneas nacerán criaturas nuevas, como las que apreciamos en el mural materia TIEMPO: narrativa, que ha creado específicamente para esta ocasión, en el que se autorrepresenta y en el que, además, advertiremos células, animales y otras referencias a piezas igualmente presentes en Alcalá 31. Hablando de su estudio, más de la mitad de las obras que alberga esta exhibición proceden de él.

Las transformaciones cromáticas mantienen su protagonismo en propuestas como Transmigración de almas y Nubes de tierra B, en las que las tonalidades son el motor de los estudios de fragmentos y la multiplicación de imágenes -ha trabajado Gordillo con colores tradicionales y digitales, pasando por los de imprenta-. Los políticos nacionales e internacionales que aparecen en las fotos de prensa que atesora tampoco podían aquí faltar: ha utilizado una máscara de Rodríguez Zapatero tras darle la vuelta, presentándonos así su negativo; siempre le ha interesado lo dramático por encima de lo bello, que cuando no apareja complejidad es motivo de sospecha.

No es raro, asimismo, que sus trabajos se precipiten en otros, como líquidos derramados. Que una vez terminado un lienzo, sienta Gordillo el impulso de rebosar sus límites al de al lado: esa es la relación que se establece entre Abstracción objetual y Paisaje por placas, iguales pero distintos. Una problemática semejante se da en Marilyn asciende y Focalizando-Desfocalizando, en las que la energia de la imagen, que parte del centro hacia fuera, demanda un mayor desarrollo, que se materializa en cuadros sucesivos que pueden llegar a ocupar todo el espacio de su taller.

Luis Gordillo. Abstracción objetual, 2021. Colección Luis Gordillo
Luis Gordillo. Abstracción objetual, 2021. Colección Luis Gordillo

 

 

Luis Gordillo. “dime quién eres Yo”

SALA ALCALÁ 31

c/ Alcalá, 31

Madrid

Del 27 de septiembre de 2023 al 10 de marzo de 2024

 

Comentarios