El arquitecto Luis Fernández-Galiano ingresó oficialmente ayer en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con un discurso titulado “Arquitectura y vida. El arte en mutación”.
Llega respaldado por los académicos Rafael Manzano, Simón Marchán y Pedro Navascués y hereda la medalla número 10 que en su día fue de José Antonio Corrales, Luis Cervera y Luis Menéndez Pidal.
En la ceremonia de su ingreso, presidida por Wert, Fernández-Galiano ha alertado sobre el peligro que conlleva el modelo actual de urbe, que dificulta el bienestar del individuo y de la sociedad, y ha planteado la solución, un cambio de paradigma, desde una perspectiva optimista y austera.
El director de la revista Arquitectura Viva ha cuestionado además los edificios creados como iconos mediáticos en las últimas décadas, en las que la arquitectura, como otras artes, ha caído en las “redes sutiles de la sociedad del espectáculo”.
