Francisco Calvo Serraller
Entre el 19 de abril y el 24 de mayo se puede visitar en la Galería Leandro Navarro de Madrid, un conjunto de grabados realizados por Lucian Freud durante los últimos años, fechados entre 1982 y 2005.
Galería Leandro Navarro, Madrid Del 19 de abril al 24 de mayo de 2006
Es la primera vez que una galería de arte privada española presenta trabajos de este artista, una de las figuras esenciales del arte del pasado siglo y consagrado desde la segunda mitad de los años 80, después de la gran retrospectiva que entre 1987-88 recorrió las ciudades de Washington, París, Londres y Berlín. Se trata de una ocasión única para apreciar la genealogía artística del pintor y su particular senda, que pasa por artistas tan dispares como Constable, Rembrandt, Hals, Ingres, Velázquez, Rubens, Chardin, Turner, Monet, Cézanne o Seurat, entre otros.
Precisamente en la exposición pueden verse algunos de los retratos de sus seres queridos, sus mascotas o los diversos personajes que formaron parte de su vida cotidiana, y que constituyen temáticamente el eje principal de su producción. Finalizada la segunda guerra mundial, Freud inicia su carrera artística en la que se reconocen rasgos de los alemanes Grosz y Dix, que desaparecerán a principios de los 50 cuando consolida un lenguaje más personal, de retratos y desnudos realistas, con algún gesto expresionista, que remiten a Stanley Spencer y Francis Bacon.
La sensualidad cárnica matérica que siempre desplegó el pintor, estuvo compuesta de trazos cortantes de un dibujo acerado que le valió el calificativo de “Ingres del existencialismo”. Esta acertadísima opinión de Herbert Read, incide en la naturaleza artística del pintor y traza claramente esa doble línea que siguió, una, la dibujística, que parte de Ingres hacia Degas, Lautrec y Picasso, y otra, la existencial, que iniciándose en Rembrandt recorre Watteau, Chardin, Delacroix y Bonnard. Todo un extenso resumen de sus antecedentes que sintetizan lo que él mismo Freud pedía a la pintura: “…que asombre, perturbe, seduzca y convenza…”
Lucien Freud.
Solicitor’s Head, 2004