La artista repasa su carrera con una exposición retrospectiva para el Museo de Capodimonte
Desde el 18 de octubre de 2008 hasta el 25 de enero de 2009, en el Museo di Capodimonte Organización y comisariado: Soprintendenza Speciale per il Patrimonio Storico, Artistico, Etnoantropologico; Polo Museale della città di Napoli; y el Studio Louise Bourgeois Obras: 60 La única salida que existe para Louise Bourgeois cuando se enfrenta cada mañana a su pasado es esculpir.
Podría olvidarlo, simplemente abandonarlo; pero para la artista, incapaz de aceptar una infancia traumática, sólo funciona la vía de escape que encuentra en el arte. A través de diferentes representaciones, los recuerdos y la memoria de su desgraciada niñez han sido el leit motiv de todo su trabajo: una obra muy prolífica en la que lleva trabajando más de 70 años, y es que la edad no frena los impulsos creativos de esta francesa que ya roza la centena. Desde el arte, Bourgeois se enfrenta a sus miedos más íntimos y a sus decepciones personales, planteándonos piezas de marcado carácter arquitectónico que ella misma considera construcciones de sus recuerdos y que, en última instancia, terminan por plantear la relación del espectador con los suyos propios. Desde un lenguaje muy delicado y poético, la artista utiliza símbolos que se repiten recurrentemente en algunos de sus trabajos y que, si bien podrían interpretarse de forma hostil, muchas veces aluden a cosas familiares. Tal es el caso de las arañas que desde mediados de los noventa se han convertido en todo un símbolo de su obra, y que podemos ver en algunos de los museos más destacados del mundo, en ellas descubrimos la imagen metafórica de la figura materna -sus padres tenían una fábrica de tapices- y de su frágil existencia. De nuevo afloran los recuerdos, como ocurre también en las cells, instalaciones donde recrea por un lado la seguridad del hogar y, por otro, la incesante asfixia que le producía de pequeña. Otras referencias incesantes a su pasado son los miembros mutilados o el agua -alusiones a que en las cercanías de su casa había un río y un matadero- o el uso del color rojo, como símbolo de ira y venganza. En su trabajo también cobran importancia el rol que juega la mujer en la sociedad y las cuestiones de género, asuntos que trata tanto en las esculturas e instalaciones, como en sus menos conocidos dibujos de trazos delicados, en los que también aborda otros temas como la soledad o el sentimiento de pérdida. Intentando encontrar el orden del universo en las matemáticas, Bourgeois las estudió en la Sorbona, pero aquello no funcionaba, así que a mediados de los años 30 la artista comenzó a buscar sus respuestas en el arte, hasta convertirse en todo un icono de la creación del s. XX; por la originalidad de su obra -que resulta inclasificable dentro de una tendencia- por su peculiar y fino lenguaje, y por lo sólida y sinceramente que están estructuradas sus propuestas. Una prueba de ello es esta exposición, que permanecerá abierta en el Museo di Capodimonte hasta el próximo 25 de enero, donde a través de unas sesenta piezas se ha recreado un recorrido por los momentos más importantes de la producción artística de la francesa; con la peculiaridad de que las piezas han sido instaladas en el recién inaugurado espacio del centro de arte, pero también en sus antiguas estancias, con lo que se ha conseguido entablar un intenso diálogo entre las piezas de Bourgeois y los espléndidos fondos de arte contemporáneo del museo italiano.
Créditos fotográficos: Louise Bourgeois. Janus Fleuri, 1968
Cortesía de: Galerie Karsten Greve, Cheim & Read y Galerie Hauser & Wirth
Foto: Christopher Burke Louise Bourgeois. Peaux de Lapins, chiffons ferrailles à vendre (detalle), 2006 Cortesía de: Galerie Karsten Greve, Cheim & Read y Galerie Hauser & Wirth
Foto: Christopher Burke Louise Bourgeois. The woven child (detalle), 2002
Cortesía de: Galerie Karsten Greve, Cheim & Read y Galerie Hauser & Wirth
Foto: Christopher Burke
Louise Bourgeois
The wovwn child(detalle), 2002
Louise Bourgeois
Peaux de Lapins, chiffons ferrailles à vendre (detalle), 2006
Louise Bourgeois
Janus Fleuri, 1968