A finales de la década de los setenta, cuando Chile se encontraba bajo dictadura militar, Lotty Rosenfeld desarrolló gran cantidad de material para intentar crear un arte que trascendiese los límites de la censura.
Buscó abordar la complejidad de la vida cotidiana de su país sin reproducirla y trasladar al público la oposición que ella sentía hacia las violaciones de derechos humanos.
Rosenfeld se vio influida en sus inicios por el arte conceptual, por Fluxus y por el legado del dadaísmo y fue miembro activo de CADA, un grupo interdisciplinar de artistas y escritores que criticaron en su producción la situación política.
Hasta el próximo 21 de julio, el CAAC sevillano presenta “Por una poética de la rebeldía”, que reúne trabajos de Rosenfeld creados entre 1979 y 2013, junto a una nueva versión de Una milla de cruces sobre el pavimento.
