Los últimos 20 años de Peter Doig

Nominado al Turner Prize en 1994, en 2002 instaló su estudio en el Caribbean Contemporary Arts Center de Trinidad y comenzó a ejercer como profesor en la Academia de Bellas Artes de Dusseldorf. La muestra que desde el próximo jueves y hasta el 4 de enero exhibe la Schirn Kunsthalle Frankfurt ya ha podido visitarse este mismo año en la Tate Britain londinense y en el Musée d´ Art Moderne de la Ville de París. Ofrece cerca de cincuenta pinturas, diversos trabajos en papel y unos 130 posters publicitarios de conocidas películas realizados en Trinidad dentro de su proyecto STUDIOFILMCLUB. Estos últimos constituyen, quizá, el mayor atractivo de la exposición. Aunque las obras de Doig presentan innumerables referencias a los grandes maestros de la historia de la pintura, están también fuertemente ancladas al presente y la vida moderna y ligadas a los distintos escenarios en que ha transcurrido la trayectoria del escocés: los lagos helados de su infancia en Canadá, el bullicio de Londres o visionarios paisajes caribeños que remiten a imágenes populares y a instantes biográficos del creador. Muy interesado por la idea de memoria, la contemplación de los trabajos de Doig produce sensaciones contradictorias y ambivalentes. Confiere, sobre todo en su primera etapa, gran importancia a la presencia de figuras humanas, no tanto por afán narrativo, sino para evocar experiencias individuales en el espectador. Presentan un aspecto extraño, como si perteneciesen a otro tiempo, aunque muchas veces retrata modelos actuales. En sus pinturas del periodo de Trinidad, el color, matizado por un delicado brillo, juega un papel fundamental y la naturaleza se hace muy presente. No sólo toma a la isla como fuente de inspiración para su imaginación, también como lugar que le brinda técnicas artísticas muy originales de resonancias primitivas. El propio Doig habla de ellas como obras puras que evolucionan hacia la abstracción.

Peter Doig
Blotter, 1993