Los murmullos del bosque según Takeshi Shikama

El nipón Takeshi Shikama llegó tardíamente a la fotografía, tras una destacada carrera como diseñador. El cambio llegó cuando, cansado del tumulto de Tokio, decidió instalarse con su esposa en una casita de madera en las proximidades de un bosque situado a dos horas de la ciudad. Talar árboles le permitió comprender una ancestral creencia japonesa: durante siglos se veneró a los árboles como divinidades que contenían el corazón y el alma de los humanos.  Desde entonces, Shikama ha consagrado su vida a fotografiar los bosques transportando e instalando en ellos su cámara de gran formato y dejándose guiar por los murmullos de un mundo fuera del mundo, lo que él llama “respiración silenciosa”.

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