David Barro
Cuando se despertó, la realidad con forma de representación ya estaba allí.
MUSAC
Desde el 19 de mayo hasta el 2 de septiembre de 2007
Por eso Pierre Huyghe no esquiva la ficción, al contrario, la mima y la hace evidente en su construcción de lo real. Porque Huyghe conforma sus realidades como un ingeniero, jugando con el tiempo tecnológico del orden fílmico y el tiempo biológico de la vida. Así es el tiempo artístico de uno de los principales artistas contemporáneos que expone ahora en el MUSAC, en lo que supone su primera exposición individual en España.
Pierre Huyghe. A Journey Tha Wasn’t, 2005. © Pierre Huyghe
Foto: Xavier Veilhan
Particularmente, lo que más me fascina del trabajo de Pierre Huyghe es cómo consigue ser original sin destruir los principios básicos que lo han movido desde hace años. Así debemos entender esta aparentemente entrecortada exposición, que es como aquel virtual lector interrumpido de la novela de Italo Calvino, como si Pierre Huyghe construyese una exposición hecha sólo con principios de exposiciones. La idea es, a la vez, muy borgiana, con ese tiempo “rizado” y esas aberturas que periten intuir la imagen de la imagen. Pienso en un trabajo anterior, Lellipse, donde el artista se basa en una elipse o corte de dos secuencias de la película El amigo americano de Wim Wenders. Tras contratar al actor original del film -Bruno Ganz- recrea una escena filmada a orillas del Sena y la siguiente rodada en la otra orilla. Huyghe provoca que pasemos de la ficción a lo real, del período en que el film fue realizado a la actualidad, al presente; un espacio que, en consecuencia, es experimentado físicamente. Se continúa así con la narración, pero Huyghe añade el tiempo que falta y cubre el vacío con espacio; todo queda revelado en el envejecimiento del protagonista. La función, por tanto, de una elipsis en el lenguaje cinematográfico, es la de abrir y complementar un silencio momentáneo en el texto o en la imagen. La recepción se torna así una experiencia subjetiva en la producción de un sentido, convirtiendo al espectador en co-autor de esa narrativa. Las obras de Pierre Huyghe permiten así la prolongación de la ficción en lo real, la reconstitución de una experiencia cognitiva. En ese desplazamiento temporal descubrimos la diferencia entre el tiempo comercial -el primero- y el privado -el marcado por el artista- gracias a esta suerte de ready-made producto de trabajar con una cultura visual asumida.
Créditos de la primera imágen:
Pierre Huyghe
A Journey That Wasn’t [Still], 2005
© Pierre Huyghe
Foto: Pierre Huyghe