La Comisión Permanente del Real Patronato del Museo Reina Sofía ha aprobado hoy la adquisición para el centro en ARCOmadrid 2023 de 26 obras de 18 artistas, por un valor global de cerca de 400.000 euros aportados por el Ministerio de Cultura y Deporte (la cifra es unos 30.000 euros superior a la de 2022).
Las piezas corresponden a diferentes técnicas (instalación, vídeo, pintura, fotografía, collage…) y a distintas generaciones de creadores, pero destacan las adquisiciones de trabajos de autores jóvenes, de los que se han comprado proyectos datados en los últimos tres años.
Entre las adquisiciones de artistas de vanguardia, suma a sus fondos el Reina Sofía un acrílico sobre tela y un díptico de Lea Lublin pertenecientes a su serie Interrogations sur l’art. Neuenkirchen, Germany. Esta artista polaca, que desarrolló su trayectoria entre Argentina y Europa, dedicó su producción a la exploración de la feminidad en su relación con lo biológico e identitario, bajo la influencia de la segunda ola feminista y el psicoanálisis, aunque en una época tardía abordó los conceptos de representación y de percepción y buscó la interacción del público en performances e intervenciones urbanas.
Jaume Sans fue figura destacada del surrealismo en Cataluña y entró en contacto con la publicación L Amic de les Arts, en torno a la que se agruparon Dalí, Sebastià Gasch, J.V. Foix y Lluís Montanyá. Es autor de pinturas de formas orgánicas, diseño industrial y mobiliario y de él ha adquirido el MNCARS un dibujo preparatorio, en tinta sobre papel, para El benefactor trompeta (1932-1935). Unos años anterior (1927-1928) es el proyecto Numerario de Torres-García, nueva obra del uruguayo en el Reina Sofía; son hasta la fecha tres las exposiciones que el Museo ha brindado al que fuera impulsor del Noucentisme y, después, teórico del constructivismo.
A una misma generación, la de autores peninsulares nacidos en los cuarenta, pertenecen Marisa González, la lisboeta Ana Jotta, Rosa Torres y Javier Utray. De González, figura pionera en la aplicación de los nuevos medios de reproducción y comunicación con fines creativos en nuestro país y autora de su propio código, se ha hecho este centro con Violencia mujer, de su serie La descarga; de Jotta, ha comprado dos acrílicos con rotulador sobre pantalla: September Song #5 y September Song #7. Su trabajo, difícil de etiquetar, parte de referencias de la historia del arte, el cine, la poesía, las artes populares, los cómics y los libros infantiles para articular piezas que diluyan las distancias entre arte y vida y las jerarquías entre disciplinas. Hasta ahora no formaba parte de las colecciones del MNCARS.
En cuanto a Rosa Torres, esta pintora y grabadora valenciana, ligada al Pop y a Equipo Crónica en sus inicios, ha labrado en las últimas décadas un lenguaje peculiar basado en la plasmación de formas naturales sin ánimo mimético, prestando atención al trazo, el color y la luz. De ella ha adquirido el Reina Sofía en la Galería Fernández-Braso las pinturas Macetas y Serpiente, datadas a principios de los setenta. También son dos y se fechan en los setenta, pero a finales, las propuestas de Utray que se incorporan a los fondos del centro: el collage Panteón Fantamarceliano y las fotografías de Acción Rrose Sélavy. Este autor, fallecido en 2008, transitó entre la arquitectura, la escritura, la música, las artes plásticas y las performativas y fue uno de los teóricos de la Nueva Figuración madrileña.
El cuestionamiento de los modos hegemónicos de representación de las minorías, y sus posibles alternativas críticas, a cargo de Cabello/Carceller también se encuentra entre las últimas compras del Reina Sofía. Se ha adquirido el vídeo Una voz para Erauso. Epílogo para un tiempo trans, que recientemente se expuso en Azkuna Zentroa.
En el terreno, ya, de los jóvenes artistas, las compras del MNCARS corresponden a Cecilia Bengolea, Gabriela Bettini, Lucía C. Pino, Diego del Pozo Barriuso, Ana Esteve Reig, Karlos Martínez, Asunción Molinos Gordo, Damián Ucieda y Anaïs Florin.
De la fotógrafa bonaerense, que viene explorando las formas de danza popular que se han conjugado con elementos contemporáneos y arcaicos, se ha adquirido el vídeo Shelly Belly Inna Real Life (2020), y de Gabriela Bettini cuatro óleos recientes: Mule deer, Alaska brown bear, Herbario y Mariposa. Esta autora madrileña, de origen argentino, revisa en sus pinturas la historia de la representación de la naturaleza subrayando hegemonías vinculadas al colonialismo.
La valenciana Lucía C. Pino investiga, por su parte, los desarrollos de la escultura como procedimiento y como programa a través de distintos medios artísticos, aunando referencias distópicas de la sociedad y la apelación a la sensualidad y el deseo; el Reina Sofía ha adquirido su pieza W. A. O., elaborada con plástico, textil, resina de poliéster y hierro. De Diego del Pozo se ha hecho con un vídeo, Oído Oído, en el que, como en el resto de sus proyectos, construye personajes y situaciones que interrogan al público, señalan problemas y provocan emociones.
Ana Esteve Reig, que actualmente protagoniza una muestra en el Thyssen, es autora, asimismo, de vídeos en los que observa la construcción de arquetipos sociales y el comportamiento humano; el Reina ha adquirido dos realizados este mismo año (uno de ellos a dos canales): ambos llevan por título Fancams. De Karlos Martínez, que se sirve de la escultura para analizar imaginarios, fetiches, signos y símbolos empleados en la construcción de comunidades alternativas a las formas sociales dominantes, ha comprado la instalación Black Patterns (Columnas) y fotografías de su serie Azotea.
Cierran las adquisiciones en ARCO, como decíamos, Molinos Gordo, Ucieda y Florin. De la burgalesa, el MNCARS se ha interesado por una de las cerámicas de ¡Cuánto río allá arriba!, un proyecto en torno a los modos de canalización y almacenaje del agua y su conexión con la idiosincrasia popular; del gallego, por la serie fotográfica Camiño negro, en la que explora las transformaciones de A Coruña y su entorno por la industrialización y el tránsito marítimo de hidrocarburos. En cuanto a Anaïs Florin, artista francesa, residente en Valencia, que viene prestando atención en sus propuestas a las luchas y memorias asociadas a las transformaciones territoriales, el Reina Sofía atesora ahora el conjunto fotográfico Ofrecer la protección adecuada, de 2020.
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