Los Goyas de Zubieta desembarcan en Bilbao

Tres retratos inéditos del aragonés se muestran en su Museo de Bellas Artes

Bilbao,

Durante muchos años fueron custodiados en el Palacio de Zubieta en Lekeitio, que era casa solariega de los señores de Adán de Yarza, y ahora regresan al País Vasco para exhibirse al público en el Museo de Bellas Artes de Bilbao y por primera vez en España.

Hablamos de los retratos de María Ramona de Barbachano, Antonio Adán de Yarza y Bernarda Tavira de Francisco de Goya: los tres posaron para el pintor, en los inicios de su carrera, sobre un fondo liso, mirándole directamente, y él los captó sabiendo conjugar humanidad y solemnidad, como era habitual en su producción. Las tres obras datan de fines de la década de 1780 y Barbachano y Yarza formaban una joven pareja: es muy posible que le hubieran encargado estas pinturas para documentar su enlace. Sabemos que Tavira era madre del novio, por un papel adherido en la parte posterior de su retrato, quizá a modo de referencia para una inscripción pintada o una placa grabada en el marco.

Francisco de Goya. María Ramona de Barbachano, hacia 1787-1788
Francisco de Goya. María Ramona de Barbachano, hacia 1787-1788

Se presentan antre los visitantes del Museo, en la sala W, tras haber sido estudiados y restaurados y la muestra tiene un extraordinario interés, porque estas obras hasta ahora solo las conocíamos mediante referencias bibliográficas y en prensa y a través de fotografías de época que pueden verse, asimismo, en el centro bilbaíno, junto a la caja original en la que las pinturas fueron trasladadas en 1937 a Francia, evacuadas por el Gobierno vasco para preservarlas de posibles daños causados por la Guerra Civil. Desde ese año han permanecido fuera de España y seguras, aunque en manos anónimas.

Se encontraban, antes de su reciente intervención, en un excelente estado de conservación, en su primera tela y clavadas sobre sus bastidores originales del siglo XVIII. Si su restauración ha corrido a cargo de José Luis Merino Gorospe, han sido Juliet Wilson-Bareau y Xavier Bray quienes se han encargado del estudio histórico y artístico, poniendo de relieve su originalidad en el marco de la producción temprana de Goya (sus conclusiones se pueden consultar aquí).

El linaje de la familia Adán de Yarza, originaria de la citada localidad de Lekeitio, se remonta al siglo X y su historia podemos conocerla gracias al estudio Antonio Adán de Yarza Tavira (1761-1835) de Susana Serrano Abad y Mikel Urizar. Adán de Yarza y Barbachano contrajeron matrimonio en 1787 y estas obras, realizadas por tanto en torno a esa fecha, se ejecutaron en Madrid, en un periodo en el que hay que recordar que Goya trabajaba en numerosos retratos coincidiendo con su rango de pintor de cámara del rey. La razón de que este trío de retratos haya regresado a España tiene que ver con la generosidad de los descendientes de los modelos, que han facilitado esa vuelta al origen.

Para profundizar más en los vericuetos históricos de estas obras y sus rasgos formales y estéticos se convocarán próximamente unas jornadas de estudio abiertas a todos los investigadores que tendrán lugar antes del fin de la exhibición, en septiembre. Como aperitivo, os proponemos fijaros en los exquisitos bordados del tocado blanco de Bernarda Tavira y en el clavel rosa de su busto, que se ha interpretado como símbolo del amor materno y de las lágrimas de la Virgen, porque ella era madre de jóvenes hijos huérfanos de padre y guardaba luto por su esposo y su hijo menor, que murió siendo un niño.

En el retrato de Antonio Adán de Yarza, os sugerimos fijaros en la informalidad de su peinado (era moda entonces, en los círculos más avanzados, dejar a un lado las pelucas empolvadas y él dispone hacia adelante su pelo, fino, dejando hacia atrás mechones largos de tirabuzones similares a los que entonces se llevaban en España). También en la minuciosidad con la que Goya pintó su chaleco de seda blanca, abriéndose para dejar asomar una chorrera de muselina igualmente observada con detalle.

Al pintar a María Ramona de Barbachano Arbaiza, miembro de una acaudalada familia bilbaína, Goya la retrató con un abanico en su mano derecha y extendiendo la mano izquierda hacia su esposo. Ella parece por eso más activa, aunque su marido también aparezca de pie y erguido: la mirada de aquel sugiere mayor introspección frente a la determinación de ella. Su vestido tendría que ver con una interpretación francesa más refinada del vestido-camisa que popularizó en Francia María Antonieta y la sencillez del mismo contrasta con el lujo de sus accesorios: el cinturón de seda negra, del que cuelgan dos relojes de oro con leontina asimismo de oro, largos guantes de seda y la preciosa piel de cabritilla que le protege del sol, así como el abanico de marfil cerrado.

Francisco de Goya. Bernarda Tavira, hacia 1787-1788
Francisco de Goya. Bernarda Tavira, hacia 1787-1788
Francisco de Goya. Antonio Adán de Yarza, hacia 1787-1788
Francisco de Goya. Antonio Adán de Yarza, hacia 1787-1788

 

 

“Los Goyas de Zubieta. Retratos de la familia Adán de Yarza”

MUSEO DE BELLAS ARTES DE BILBAO

Museo Plaza, 2

Bilbao

Del 26 de abril al 1 de septiembre de 2019

 

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