Si sois aficionados al dibujo, y estudiosos o curiosos de los que han realizado artistas españoles, no podéis dejar de prestar atención a las colecciones de los Uffizi, uno de los fondos más interesantes en este campo fuera de nuestro país, junto a los de otras instituciones como el Louvre, el British Museum, la Hamburger Kunsthalle, el Metropolitan o la Hispanic Society.
Los Uffizi guarda obras en papel fundamentales de grandes pintores de los siglos XVI y XVII, y el germen de ese tesoro se encuentra en la recopilación de dibujos que el comerciante oriundo de Florencia Giovanni Filippo Michelozzi realizó durante una estancia en Madrid en la década de los cuarenta del s XVIII. Su interés nos habla del temprano aprecio de los coleccionistas italianos por el dibujo español.
De las obras atesoradas por Michelozzi, un primer grupo fue adquirido por la Real Galería de Florencia en 1779 a iniciativa del gran duque de Toscana Pietro Leopoldo de Habsburgo Lorena y del director-anticuario de la Real Galería de los Uffizi, Giuseppe Pelli Bencivenni, y el resto fue más tarde comprado por el escultor Emilio Santarelli, que lo donó con posterioridad a las galerías. En este centro florentino confluyeron así el conjunto de los trabajos con los que se había hecho Michelozzi, de los que, desde mañana y hasta el 24 de julio, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando exhibe una selección de 129.
Una buena parte de estos dibujos eran desconocidos hasta fechas recientes, y algunos nunca se habían expuesto en España
Se trata de diseños de grandes artistas del Siglo de Oro, como José de Ribera, Alonso Cano, Francisco de Herrera el Mozo, Antonio del Castillo, Vicente Carducho, Juan Carreño, Francisco Rizi o Claudio Coello; de herederos de la maniera italiana, como Alonso Berruguete, Gaspar Becerra o Luis de Vargas, o de Miguel Jacinto Meléndez, bajo la influencia este de los nuevos gustos estéticos predominantes en Francia.
Una buena parte de estos dibujos eran desconocidos hasta fechas recientes, y algunos nunca se habían expuesto en España hasta ahora. Entre los de este último grupo, figuran ejemplos analizados en 1972 por Alfonso E. Pérez Sánchez en la muestra “Disegni Spagnoli” que tuvo lugar en Florencia.
MÁS DE SETENTA NUEVAS AUTORÍAS
El proceso de preparación de esta muestra, titulada “I segni nel tempo”, ha durado cerca de dos años, periodo en el que el profesor Benito Navarrete ha desvelado más de setenta nuevas autorías que se encontraban mal atribuidas entre el fondo de dibujos italianos, flamencos y alemanes de los Uffizi.
Hay que subrayar, por ejemplo, el descubrimiento entre los anónimos alemanes de uno de los dibujos más importantes de Juan de Juanes para el cuadro perdido Cristo muerto sostenido por ángeles, del que se conserva en el Prado una copia hecha por Ribalta.
Entre esos anónimos alemanes también se ha hallado uno de los trabajos más especiales de Pedro de Campaña, en relación evidente con la Crucifixión del Museo del Louvre.
Resulta interesante la reconstrucción de la producción gráfica del sevillano Luis de Vargas, perdida hasta ahora entre las obras atribuidas a Cristoforo Roncalli, y el hallazgo de nuevas obras que incrementan el catálogo de Alonso de Berruguete, algunas otorgadas hasta ahora a Domenico Beccafumi, como la Circuncisión de Cristo, o a Ludovico Carracci.
Especial es igualmente el caso de Francisco Pacheco, suegro y maestro de Velázquez, ya que algunos de sus dibujos, como el retrato de Pablo de Céspedes, se ha localizado entre las obras de Barocci, y otros trabajos suyos estaban asignados a Frans Floris.
Por otro lado, se han encontrado dibujos de artistas que trabajaron en Madrid y que estuvieron relacionados con los pintores florentinos; ocurre con Vicente Carducho, del que ahora se dan a conocer dos nuevos dibujos: La Aparición de los ángeles músicos a San Hugo de Lincoln, que se encontraba entre los atribuidos a Antonio da Pordenone, y el diseño preparatorio para la pintura de Santa Inés del Museo del Prado, que ha sido localizado entre los de Pietro da Cortona.
También de interés es el dibujo de Cristo y el Cirineo del sevillano Francisco de Herrera el Mozo, hasta ahora entre los atribuidos a Taddeo Zuccaro, y hay novedades respecto a la catalogación de Alonso Cano, algunos de cuyos dibujos se han localizado en cartas que le fueron remitidas y donde aparece su nombre como destinatario.
Podemos mencionar además los tres dibujos del citado Miguel Jacinto Meléndez que retratan a Felipe V, incorrectamente ubicados hasta la fecha entre los dibujos franceses o los atribuidos a Niccolo Cassana.
La exposición ha sido posible gracias a la Ayuda García Viñolas para la catalogación de colecciones de dibujo concedida por la Fundación MAPFRE.
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