El artista mexicano presenta en el Guggenheim de Nueva York su proyecto Asterism
Nueva York, 13/11/2012
“Gabriel Orozco. Asterism”
SOLOMON R. GUGGENHEIM MUSEUM
1071 5th Avenue at 89th St
101278 Nueva York
Del 9 de noviembre de 2012 al 13 de enero de 2013
De lunes a miércoles, de 09:00 a 18:00 horas
Viernes y sábados, de 09:00 a 20:00 horas
Jueves cerrado
Tras su presentación el pasado verano en el Deutsches Guggenheim Berlín, centro para el que llevó a cabo este proyecto comisionado, Gabriel Orozco muestra en el Guggenheim neoyorquino las instalaciones Sandstars (Estrellas de arena) y Astroturf Constellation (Constelación Astroturf).
La elaboración de la primera nació en la playa de Isla Arena, en la Bahía de Guerrero Negro, en la costa de Baja California Sur. Allí, el artista recolectó lo que acabarían siendo 1.200 souvenirs de la condición que ha adquirido esta playa como receptora de grandes cantidades de desperdicios que cada año llevan hasta allí las corrientes del Pacífico. Se trata de objetosmuy variados (toda clase de envases, escobas, palos, viejas boyas, pelotas, conchas, trozos de madera, etc.), que le han servido a Orozco para producir una gigantesca instalación en la que cada uno de estos residuos encuentra su lugar según una meditada clasificación que los distribuye atendiendo a colores, formas y tamaños.
Junto a esta llamativa alfombra de despojos costeros, el mexicano exhibe un conjunto similar de pequeños objetos (Astroturf Constellation), procedentes de un contexto muy distinto al primero: esta vez, se trata del remanente en desechos de un evento deportivo de masas: todo lo habido y por haber que puede quedar en el césped artificial tras horas de consumir y animar a tu equipo: gomas de mascar, el tirador de una cremallera, trozos de plástico, envoltorios de caramelos, cordones, etc. Lo que estaría destinado a la basura, Orozco lo lleva en el Guggenheim a su expresión más neutral, matérica, para después ser catalogado y dispuesto en una vitrina en la que establece entre los objetos encontrados relaciones taxonómicas.
Ambas instalaciones se mueven en una provocativa oscilación entre lo macro y lo micro y ahondan en motivos de reflexión recurrentes en la producción de Orozco, como las huellas de la erosión, los encuentros poéticos a los que pueden dan lugar materiales mundanos o las tensiones entre naturaleza y cultura.
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