Loos, nuestro contemporáneo

Adolf Loos. Silla para el Café Museum de Viena, 1898

El MAK vienés documenta la influencia del autor de Ornamento y delito en varios arquitectos del siglo XX

Su producción teórica tiene prácticamente la misma relevancia que su arquitectura: diseños funcionales, despojados de ornamento, profundamente modernos aún hoy y manifiesto de su concepción del arquitecto como artesano sencillo, muy influido por el trabajo como cantero de su padre y por sus propios inicios como albañil.

Loos se formó como arquitecto, sin finalizar sus estudios, en la Universidad Técnica de Dresde, y entre 1893 y 1896 residió en Estados Unidos, donde pudo conocer los rascacielos de la Escuela de Chicago y el estilo de vida norteamericano, que resultarían decisivos en su obra posterior. Posteriormente se instaló en Viena, donde se encargaría de la proyección de interiores de viviendas y comercios hasta diseñar, hacia 1910, la casa de la sastrería Goldman & Salatsch, que supuso en el momento todo un escándalo por su combinación de pautas clasicistas con rasgos próximos a la abstracción y su ausencia total de ornamento en favor de la puesta en valor de materiales y proporciones. En su interior recurrió a su característico plan espacial: no sólo abordó el diseño de su planta, también el de la tercera dimensión, procurando adaptar cada estancia a su función.

Adolf Loos. Drinking service nº248, Viena, 1931

No sólo trabajó para la burguesía, desde 1918 se volcó en la construcción de viviendas para obreros en barrios periféricos basándose en el modelo de autoabastecimiento y haciendo pivotar estas casas en torno al jardín. En París diseñaría el hogar de Tristan Tzara, y poco antes de su muerte, de vuelta en Austria, una casa doble en la Exposición de la Werkbund.

Adolf Loos. Diseño de vivienda para Josephine Baker, 1937

Desde mañana, y hasta el 23 de junio, el experto en Loos Yehuda E. Safran presenta en el MAK vienés “Loos, our contemporary”, una muestra desarrollada inicialmente para el CAAA Guimarães portugués que explora la pervivencia de los postulados de Loos a lo largo del siglo pasado en la obra de Le Corbusier, Hermann Czech, José Paulo Dos Santos, Eileen Gray, Herzog & De Meuron, Frederick Kiesler, Rem Koolhaas, Richard Neutra, Aldo Rossi, Rudolph M. Schindler, Eduardo Souto de Moura o Ludwig Wittgenstein, entre otros, a partir de diseños, muebles, maquetas, fotografías y varias publicaciones.

Loos criticó el ornamento innecesario como inmoralidad y como derroche económico, como farsa, y como pérdida de tiempo, mano de obra y dinero. También cargó en Ornamento y delito contra las clases medias que buscaban vivir por encima de sus posibilidades y contra los arquitectos que se plegaban a sus deseos pretendiendo convertir casas de alquiler en palacios renacentistas decorados con pegotes de cemento. ¿Dejará Loos de ser contemporáneo?