Loco, excéntrico o genio: la modernidad de Salvador Dalí

Philippe Halsman y Salvador Dalí, Dalí’s Mustache, 1953, Privatsammlung Wien/Private Collection, Vienna. © Magnum Photos / Fundació Gala-Salvador Dalí, Figueres, 2011

Kunsthalle Wien analiza la influencia de la obra del catalán en la producción de artistas posteriores

“Le Surréalisme, C´est moi!”

KUNSTHALLE WIEN
Museumsplatz 1A-1070
Viena
Del 22 de junio al 23 de octubre de 2011
Todos los días, de 10:00 a 19:00 horas
Martes, hasta las 22:00 horas

Viena, 22/06/2011

Tanto en su producción como en su actitud, Salvador Dalí hizo saltar por los aires las barreras entre arte y vida, entre originalidad y comercialización de la propia figura. En sus trabajos, fruto del que llamó método paranoico-crítico, logró la fusión estética de sueño, realidad y delirio y realizó incursiones en el cine, el diseño y los medios de comunicación alcanzando estrategias de marketing que posteriormente se han comparado a las emprendidas por Andy Warhol.

Siguiendo los pasos de Breton, Dalí se esforzó por evocar imágenes del inconsciente partiendo de un estado pasivo del yo que manifestó a través de la escritura automática. Cuando el colectivo surrealista quiso expulsarle, Dalí contestó: Yo no soy un surrealista, el Surrealismo soy yo. El Surrealismo no es un partido o una etiqueta, sino un estado de ánimo, único en cada persona (…). Es la libertad total de ser y el derecho absoluto a soñar. En definitiva, el Surrealismo fue para el gerundense una forma de vida, y la aplicó no sólo a la pintura o la escultura, también al diseño de escenografías, joyas o frascos de perfume, a portadas para Vogue, Harper´s Bazaar o Country House y a sus entrevistas para programas de televisión. Se convirtió a sí mismo en una marca, en una especie de caricatura.

La exhibición que ahora inaugura Kunsthalle Wien pone de relieve los puntos de contacto del arte daliniano con la creación actual a través de setenta obras, algunas de Dalí, otras de Louise Bourgeois, Glenn Brown, Francesco Vezzoli y Markus Schinwald. De éste último se presenta en Viena una vitrina llena de agua que alude a la perspectiva y la ingravidez, así como a la piscina para sirenas que Dalí mostró en 1939 en la Exposición Internacional de Nueva York.

“Le Surréalisme, c´est moi!” continúa una serie de exposiciones en las que Kunsthalle Wien presenta la obra de grandes artistas de la primera mitad del siglo XX en un fascinante diálogo con la producción de creadores presentes.

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