Fundación MAPFRE repasa la trayectoria de esta figura clave del documentalismo social
“Lewis Hine”
FUNDACIÓN MAPFRE. Salas Recoletos
Paseo de Recoletos, 23
28004 Madrid
Del 11 de febrero al 29 de abril de 2012
Lunes, de 14:00 a 20:00 horas
De martes a sábado, de 10:00 a 20:00 horas
Domingos y festivos, de 11:00 a 19:00 horas
Como él mismo confeso, si hubiese podido contar la historia con palabras, no hubiera tenido que cargar con la cámara: la fotografía fue su medio para resaltar lo denunciable y lo que merecía la pena apreciar y para reflejar las miserias e injusticias de su época, sobre todo las que tenían a los niños como víctimas principales.
170 instantáneas de Lewis Hine, la mayoría de ellas vintage, se exponen ahora en las Salas Recoletos de la Fundación MAPFRE para ofrecer un completo recorrido por la carrera del fotógrafo, estrechísimamente vinculada a la realidad social de su tiempo. El viaje se inicia con sus retratos de inmigrantes desembarcando en Ellis Island, continúa con sus imágenes de niños trabajadores y de la labor de la Cruz Roja americana en los últimos años de la Gran Guerra y finaliza con su serie sobre la construcción del emblemático Empire State. Acompañan a las fotografías documentos inéditos adquiridos en los últimos años por la George Eastman House, entidad que custodia el legado de Hine tras la desaparición de la Photo League, que se hizo cargo del mismo cuando el MoMA lo rechazó.
La obra de Hine nació sin intención estética y sin más propósito que mostrar la cruda realidad de las condiciones de vida de los trabajadores y los efectos de un crecimiento urbano desordenado. De hecho, su trabajo documental, en manos de l Comité Nacional de Trabajo Infantil, contribuyó a la promulgación de una ley de protección laboral para los menores.
Nacido en Wisconsin en 1874, en la Universidad de Chicago mantuvo contacto con grupos de activistas favorables a las reformas sociales y su preocupación por los más desfavorecidos fue constante. Por su capacidad para transmitir historias individuales (pese a la universalidad de su significación) y por su mirada respetuosa y amable hacia sus modelos, sus imágenes desprenden una fuerza expresiva que perdura incluso en sus proyectos finales.
Publicadas a veces en folletos del NCLC, en The Survey o Everybody´s, estas obras tienen como único objetivo despertar una toma de conciencia. Sólo en algunas de sus fotografías de los treinta, sobre todo las centradas en el levantamiento del Empire State, se subraya también la dignidad que el trabajo confiere a todo ser humano y la relevancia de los oficios tradicionales en el ámbito industrial. Merece la pena destacar la pieza Mecánico en una bomba de vapor de una central eléctrica que, aunque fechada algo antes, en 1920, ensalza el papel del trabajador como alma y centro de la máquina.
Pese a su temprano éxito, las transformaciones en el ámbito de la fotografía y las reformas sociales hicieron difícil a Hine encontrar empleo en sus años finales. Su estilo pasó a considerarse anticuado y difícil y quienes más lo apreciaban veían en él únicamente al antepasado espiritual de Evans y Sheeler, de ahí que en sus última etapa viviera dependiendo de la beneficencia.
La muestra que el día 11 se abre al público en la Fundación MAPFRE pudo verse el año pasado en la Fundación Henri Cartier-Bresson de París y, a finales de 2012, viajará al Nederlands Fotomuseum de Rotterdam.
Lewis Hine
Niño que perdió un brazo manejando una sierra en una fábrica de cajas, ca. 1909
©Colección George Eastman House, 2012
Lewis Hine
Golfillo de París, ca. 1918
©Colección George Eastman House, 2012
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