Violinista, compositora, poeta, dibujante, fotógrafa, cineasta y pionera en el uso de los medios digitales en el arte, Laurie Anderson ha conjugado en su producción transversal la cultura popular y los afanes vanguardistas, tratando de suscitar en el público reacciones emocionales; sus proyectos recogen la disparidad de sus inquietudes y aúnan a menudo la interpretación, la música, la poesía, la escultura, las investigaciones antropológicas y los juegos lingüísticos. Profesora de poesía en la Universidad de Harvard, además de presentar sus propuestas visuales en numerosos centros europeos y norteamericanos ha lanzado siete álbumes para Warner Brothers, incluido Big Science, cuyo tema O Superman ascendió al segundo puesto en las listas de éxitos británicas. Ha creado, asimismo, la banda sonora de su propia película Home of the Brave (1986) y la de Life on a String (2001) y sus actuaciones en directo van del simple spoken word a elaboradas performances, como Songs and Stories for Moby Dick (1999). En 2002, además, fue nombrada primera artista residente en la NASA, estudio que culminó con su gira en solitario The End of the Moon.
Una selección de sus instalaciones multimedia a gran escala, fechadas desde los setenta hasta la actualidad, se exhibe hasta el próximo julio de 2022 en el Hirshhorn Museum de Washington, en la que es la mayor muestra de esta autora realizada hasta la fecha en Estados Unidos, comisariada por Marina Isgro y Mark Beasley. Titulada “The Weather”, cuenta con una decena de piezas inéditas y nos ofrece una sucesión de experiencias audiovisuales inmersivas, a la vez que hace hincapié en la mirada abierta de Anderson en sus procesos creativos, en los que hace fluir sin jerarquías ni barreras lo performativo, lo videográfico, lo instalativo y también lo pictórico. La muestra se completa, justamente, con una serie de performances que la artista llevará a cabo entre enero y julio del año que viene.
En esas más de cuatro décadas de trayectoria que recoge este proyecto, ha investigado asuntos de temas diversos y cercanos, de un modo u otro, a la mayoría: los efectos de la tecnología en las relaciones humanas, nuestras formas de interactuar con las máquinas (inventando, a veces, modos nuevos de convivir con ellas) y la complejidad de la identidad estadounidense; de hecho, la presentación de sus trabajos justamente en el el National Mall quiere alentar a los espectadores a reconsiderar el panorama sociopolítico del país en la actualidad.
Atendiendo a la arquitectura cilíndrica característica del Museo, la exposición se ha diseñado planteando una narrativa continua y, con el fin de guiar a los visitantes en un viaje íntimo y personal a través de su trabajo, se han incorporado en los muros escritos e imágenes que Anderson ha incorporado directamente a mano.
Forman parte del recorrido de “The Weather” obras emblemáticas como Habeas Corpus (2015), escultura videográfica que examina, a través de una narración multimedia, la detención de Mohammed el Gharani en Guantánamo durante su adolescencia; también extractos de vídeo de las piezas de realidad virtual Chalkroom (2017), que la Fundación Telefónica presentó en Madrid hace tres años, y To the Moon (2018); fragmentos de Songs for Lines/ Songs for Waves (1977), la pieza interactiva Handphone Table (1978) y la videoinstalación narrativa Sidewalk (2012), un filme que nos retrotrae a la infancia de Anderson. Entre las fotografías presentes en el Hirshhorn, encontraremos documentación relativa a sus performances The Institutional Dream Series (1972–1973) y Objeto/ Objeción/ Objetividad (Fully Automated Nikon) (1973), junto a violines y otros instrumentos musicales diseñados o modificados por la americana.
Algunas de las piezas nuevas que pueden verse en Washington, en las que una vez más conjuga lo personal, lo poético y lo político, son Salute (2021), instalación robótica que hace referencia a la mencionada canción O Superman (1981) y alude asimismo a la evolución de la escena musical desde que Nueva York era su meca hasta que esta ha virado a Internet; la instalación distópica The Knife Sharpeners (2021) y la inmersiva Four Talks (2021), formada esta última por esculturas y textos que investigan la relación del lenguaje con los objetos. Igualmente se exhiben un grupo de pinturas nuevas y monumentales, que evocan sus propuestas performativas a gran escala; algunas aparecerán en su próxima ópera, titulada Ark.
“Laurie Anderson: The Weather”
HIRSHHORN MUSEUM AND SCULPTURE GARDEN
Independence Ave and 7th St
Washington
Del 24 de septiembre de 2021 al 31 de julio de 2022
