Laura López Balza, peso e inocencia

Juan Silió expone en Santander su obra última

Santander,

Nacida en 1984 en Cantabria y formada tanto en Bellas Artes como en Filosofía, Laura López Balza se acercó inicialmente a la pintura y el dibujo – no son esas las únicas técnicas en las que ha trabajado- desde el deseo de hacer de ellos un medio alternativo de relación y de comprensión de su entorno en un sentido amplio (el natural y el social, los objetos, los paisajes…), pero también un instrumento de conocimiento de sí misma; nos explicaba cuando, hace varios años, pasó por nuestra sección Fichados, que al pasar largos ratos observando, descifrando y haciendo hermenéutica de aquello que es objeto de referencia se descubren y desvelan los significados de las formas, encaminándonos a su esencia. Por esa concepción íntima y cotidiana de la creación, en su producción tienen cabida la satisfacción, el juego, la diversión, el descubrimiento, el encuentro, el problema, la responsabilidad, la expresión, la introspección, el conocimiento, la obsesión, la perspectiva y todo, casa y mundo. No la tendría, por tanto, aquello que escapa a su pensamiento y sus experiencias, lo que podemos entender por la apariencia y la pose.

Desde sus comienzos hace casi dos décadas, y también hoy, pueblan sus composiciones esos asuntos que no se agotan: escenas cotidianas, paisajes, retratos, imágenes oníricas o evocadoras de lo rural; la naturaleza, en realidad, cobra protagonismo en buena parte de ellas de forma más o menos explícita: le sirve para aludir a búsquedas y miedos que parten de sus vivencias personales pero que suelen remitir a emociones universales, ligadas a distintas fases del ciclo de la vida. Tienden a la alegría (de vivir) más que a la oscuridad y la tristeza; frente a la exploración del lado tenebroso o castigador del ser humano, o simplemente de sus transitadas miserias, López Balza opta -y su elección hoy es casi una cruzada- por llevar la mirada del espectador hacia lo luminoso, la belleza de los ecosistemas que persisten, la primavera que aún se distingue del invierno, y que guardan más vida de la que una percepción desatenta puede sospechar.

En ese camino, la clave de su lenguaje es, sin duda, el color: nunca realista, se relaciona constantemente con esas emociones que la autora desea invocar, adquiriendo una expresividad propia, al igual que las formas. Con unos y otras, desde esas premisas, se desenvuelve de manera libre e intuitiva, adoptando la espontaneidad frente a la intención y posibilitando que los tonos y su diseño fluyan conforme a las demandas de cada trabajo.

Laura López Balza. Deus sive natura, 2024
Laura López Balza. Deus sive natura, 2024
Laura López Balza. El suspiro de los nenúfares, 2024
Laura López Balza. El suspiro de los nenúfares, 2024
Laura López Balza. La bañista y el cisne 1, 2024
Laura López Balza. La bañista y el cisne 1, 2024

Sus creaciones más recientes podemos contemplarlas, hasta el próximo 8 de febrero, en la sede santanderina de la Galería Juan Silió: Javier Ruiz Pérez comisaría la muestra “El sol que miro y me cuenta”, en la que nos esperan esos lienzos de inspiración libre en los que la artista conjuga trazos cercanos a lo naif y trasfondos, por más que vitalistas, adultos.

En una primera aproximación, estas representaciones convierten al espectador en voyeur de figuras, campos, vegetaciones que lo deleitarán, pero que quizá no interprete; dándose más tiempo, apreciará que en estas escenas caben sentimientos que no necesitan de la precisión academicista para ser convocados. Respecto a su anterior exposición en este mismo espacio, la artista se ha decidido por el empleo del óleo, que ha transformado las texturas de los distintos planos, y aplica un tratamiento más cuidado a la paleta, mimando las cualidades de sus colores, protagonistas magnéticos de estas telas.

Laura López Balza. Al final de la primavera encontró las aguas purificadas 1, 2024
Laura López Balza. Al final de la primavera encontró las aguas purificadas 1, 2024
Laura López Balza. Letra para una melodía interior
Laura López Balza. Letra para una melodía interior

 

 

Laura López Balza. “El sol que miro y me cuenta”

GALERÍA JUAN SILIÓ

C/ Sol 45, bajo

Santander

Del 12 de diciembre de 2024 al 8 de febrero de 2025

 

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