Las sombras de Warhol

El Guggenheim mostrará un centenar de paneles de Shadows

Bilbao,
Andy Warhol. Sombras (Shadows), 1978-1979. Dia Art Foundation
Andy Warhol. Sombras (Shadows), 1978-1979. Dia Art Foundation

El próximo 26 de febrero, el Museo Guggenheim Bilbao abrirá al público la muestra “Andy Warhol: Sombras”, formada por los 102 paneles serigrafiados de gran formato que forman parte de la serie del mismo nombre del artista y que reflejan su acercamiento a la abstracción a partir de tonalidades vivas y brillantes, las mismas que marcaron su paleta en la mayor parte de su producción.

Fue un proyecto monumental que el artista puso en marcha a los cincuenta años, en colaboración con la Factory, continuando las investigaciones que poco antes había iniciado en Oxidación, Rorschach y Camuflaje.

Constituyen una propuesta radical, porque Sombras se concibió, hace treinta y nueve años, como una única pintura dividida en partes y el número definitivo de esos elementos variaba en función de las dimensiones del espacio expositivo donde estas obras fueran presentadas: en su primera exhibición al público fueron 83 lienzos, que se dispusieron muy próximos unos a otros y a solo 30 centímetros del suelo; en el Guggenheim serán, como hemos dicho, 102.

Sombras, que podríamos entender como una reproducción, no admite, sin embargo, reproducciones

Andy Warhol. Sombras (Shadows, 1978-1979). Dia Art Foundation. © 2016, The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc./VEGAP Foto: Bill Jacobson
Andy Warhol. Sombras (Shadows, 1978-1979). Dia Art Foundation © 2016, The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc./VEGAP Foto: Bill Jacobson

Los paneles fueron cubiertos con pintura acrílica antes de la impresión de la imagen (se alternan las impresiones en positivo y en negativo en el Guggenheim), y en ellos podemos llegar a apreciar hasta doce colores distintos, como el Verde aguamarina de Marilyn turquesa o el violeta translúcido de Desastre lavanda. En contraste con sus pinturas en las que los fondos los constituyen capas finas de pintura acrílica y sobre ellos se serigrafían imágenes negras pixeladas, en el caso de Sombras las superficies fueron pintadas con una mopa de esponja que, por sus trazos y líneas, aporta gestualidad.

Para crear esta serie se utilizaron siete u ocho pantallas diferentes, como podemos apreciar en los suaves cambios de escala de las zonas oscuras y en la presencia, en apariencia improvisada, de manchas de luz.

Paradójicamente, pese a la apariencia repetitiva de estas obras, su elaboración es netamente manual. Otra paradoja: Sombras, que podríamos entender como una reproducción, no admite, sin embargo, reproducciones: se trata de una propuesta pictórica que pone en cuestión la que llamamos estética del plagio de Warhol.

Aunque se repita el motivo de la sombra, no todos los lienzos son iguales: cada Sombra tiene su propia forma, precisa y rotunda, que dirige nuestra atención hacia la luz, eje fundamental de este trabajo.

Al volcarse en la plasmación de sombras y presentar la luz como estallidos de color, Warhol llama la atención sobre la cuestión esencial de la percepción: cuando miro las cosas, siempre veo el espacio que ocupan. Siempre deseo que reaparezca el espacio, que se vuelva atrás, porque es un espacio perdido cuando algo hay en él.

Andy Warhol frente a Sombras (Shadows) en Heiner Friedrich Gallery, Nueva York, 1979. © The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc./ VEGAP Foto: Arthur Tress.
Andy Warhol frente a Sombras (Shadows) en Heiner Friedrich Gallery, Nueva York, 1979. © The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc./ VEGAP Foto: Arthur Tress

 

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