Las pinturas crudas de Ciria en la Fundación Carlos de Amberes

Ciria se trasladó a finales de 2005 a la ciudad de Nueva York y en el tiempo que ha transcurrido desde entonces ha llevado a cabo un trabajo novedoso que por los cambios que introduce y por su fuerza visual ha de ser entendido como un brusco giro en su producción. Si durante la década de los noventa a Ciria se le consideraba un destacado representante de la abstracción y la pintura gestual, su estancia en Nueva York le ha hecho repensar su pintura e interesarse por nuevos caminos de expresión que le llevan a focalizar su creatividad en la línea de lo que ahora, por primera vez en España, podemos ver en la Fundación Carlos de Amberes.
En las 20 obras que se han reunido con motivo de esta exposición, titulada “Rare paintings, post-géneros y Dr. Zaius”, observamos esa tendencia actual del artista de recuperar la línea y, a medio camino entre la abstracción y la figuración, puede adivinarse un intento de aproximación a la representación de la figura humana o al paisaje, abandonando el carácter gestual que protagonizaba su producción anterior y llegando a una figuración supremática inspirada por la pintura de campesinos realizada por Malevich en los años veinte. Aunque sigue utilizando el lienzo para la mayoría de sus obras, la experimentación con soportes como la lona plástica o el aislante térmico otorgan a su pintura un carácter experimental y un juego de texturas muy atractivo. En lo conceptual, existe una línea de pensamiento que se adivina detrás de cada creación y que es realmente su sustento, pues el artista está convencido de la necesidad de que exista una base que apoye intelectualmente un proyecto, más allá de la investigación formal; aquello que hace que una obra sea vigente, válida y atemporal.
En palabras de Ciria, su pintura de los últimos años es “rare”, lo que podría traducirse como cruda, en el sentido de inacabada, marcada por un acento inconcluso que le proporciona una nueva frescura llena de emoción. En cuanto a la alusión al Dr. Zaus, representación del Ministro del Bien y de la Ciencia en El planeta de los simios, Ciria señala su deseo de que el espectador se convierta en ese personaje y “sienta vértigo, miedo, desconfianza, y ganas de matarme por ser de otro planeta, suponer una amenaza y pintar estos cuadros”. Todo esto parte de la pretensión de que quien visite la muestra no sea un mero receptor pasivo, sino que se verá asaltado por reflexiones acerca de la vigencia de la pintura y su conceptualismo en el presente.

José Manuel Ciria
Busca las siete diferencias, 2007

José Manuel Ciria
El martirio de San Andrés, 2008

José Manuel Ciria
South Park 2, 2007