Las mil caras de Manet

La Royal Academy inaugura mañana la primera gran muestra dedicada a los retratos del maestro impresionista

Más de medio centenar de retratos de Manet, incluyendo algunos tan célebres como los de su esposa Suzanne Leenhoff o los de Antonin Proust, Émile Zola, Baudelaire y Stéphane Mallarmé, así como algunas de sus modernas escenas de la vida urbana parisina componen “Portraying life”, primera retrospectiva dedicada en exclusiva a los retratos del pintor que el próximo 26 de enero abrirá sus puertas al público en la Royal Academy of Arts de Londres.

Los retratos constituyen aproximadamente la mitad de la producción artística de Manet en su conjunto y en ellos el pionero del Impresionismo representó a su familia y amigos, a las grandes figuras de la cultura de su tiempo y a los paseantes de un París en efervescencia. Quedará en evidencia la admiración del francés por Tiziano y por Velázquez (a quien conoció en el Prado).

   

La muestra, abierta hasta el 14 de abril, incluye obras maestras cedidas por museos europeos y norteamericanos como El almuerzo (1968), Berthe Morisot con un ramo de violetas (1872), Desayuno en la hierba (1863-1868) o Música en las Tullerías (1862), aunque parte de la prensa británica ha criticado que no se encuentre a la altura de las que recientemente han presentado sobre Manet el Museo del Prado o el de Orsay debido a la ausencia de algunos de sus grandes lienzos. Con o sin ellos, esta es una ocasión imprescindible para conocer a fondo la obra de quien, según Larry Nichols, uno de los comisarios de la exhibición, es la figura clave de la historia del arte desde 1850.

Pese a su corta vida (murió a los 51 años), a Manet se le atribuyen cerca de cuatro centenares de pinturas, varias inacabadas, que en vida no obtuvieron el reconocimiento merecido: sus contrastes lumínicos, sus personajes abocetados sobre el asfalto y sus temas cotidianos no encontraron el favor de los críticos academicistas.