Martinho Costa vive y trabaja en Lisboa y se ha formado entre su país (donde se graduó en Artes Plásticas, en la especialidad de Pintura, en la Facultad de Bellas Artes de Liaboa) y el nuestro (en la Complutense ha realizado un Máster en Teoría y Prática de las Artes Plásticas Contemporáneas y en 2012 llevó a cabo una residencia en CeRCCa, el Centre de Recerca i Creació Casamarles de Barcelona, con el apoyo de la Fundación Gulbenkian).
Su producción la ha desarrollado sobre todo en los ámbitos de la pintura, la video-animación, y, más recientemente, a través de intervenciones en el espacio público. En conjunto, el objetivo de Costa es reflexionar sobre cómo las imágenes que nos rodean en nuestro entorno cotidiano se han incorporado a la esfera artística a través de un proceso de transformación en objetos del presente que relaciona con sus investigaciones sobre la historia de la pintura. Otro de los grandes intereses de Costa es actualizar los temas y géneros básicos de la tradición pictórica.
Hasta el próximo 6 de abril, Martinho presenta en la Galería Silvestre de Tarragona “Baixas Frequências”, una recopilación de pinturas inspiradas en imágenes que el artista tomó con su teléfono mientras realizaba paseos nocturnos, de ahí que fueran fotografías, en inicio, con poca luz y baja calidad.
Algunas de ellas las reconstruyó después utilizando Photoshop, en un trabajo de reedición desde el interior que silencia los materiales originales a la vez que da pie a nuevas lecturas de los mismos; en sus palabras, la luz trabajada a través de varios negros nos posibilita la lectura, ampliando el material digital para la realidad de la pintura.
No es la primera vez que Costa desarrolla sus pinturas a partir de fotos nacidas de la observación diaria. En su reciente serie Todos os Dias Saio Por um Caminho Diferente partió de instantáneas de su propio estudio; y los espacios nocturnos de los que partió a la hora de trabajar en Baixas Frequências también forman parte de su cotidianidad; los visita con frecuencia.
Contraviniendo convenciones, las pinturas de estos espacios transmiten mayor verismo y cercanía a la realidad que las fotografías.
¿Por qué el título de Baixas Frequências? Los conocedores de la música electrónica sabréis que estas son las ondas sonoras dentro del espectro de sonido que están en el límite de la capacidad de audición del oído humano, y que han sido recreadas a través de texturas sonoras producidas en el estudio mediante la manipulación de máquinas o la reedición de material existente en el software de los ordenadores. Salvando las distancias y llevando el término a lo visual, Martinho ha trabajado más o menos así en esta serie de pinturas, desvelando y completando, con ayuda de procedimientos digitales, lo que en principio era apenas perceptible.
OTRAS NOTICIAS EN MASDEARTE: