La verdadera historia de Sophie Calle

La ganadora del Hasselblad Award expone en el centro sueco una de sus series fotográficas más recientes

Se trata de trabajos que capturan las fantasías de la artista, así como recuerdos de su infancia y de pasados romances fallidos. Nos permiten adentrarnos en la trayectoria de Calle desde su adolescencia hasta su edad adulta y diseccionar sus anteriores relaciones sentimentales desde el enfoque de un arqueólogo, a través de los objetos que plasmó en sus instantáneas de manera directa: ropa, camas deshechas, notas de papel, presentados siempre sobre fondo blanco y como auténticas piezas de coleccionista. Hacen alusión, en definitiva, al espacio vacío que dejaron quienes formaron parte de su vida para después desaparecer. Tras las rupturas, sus amantes se convirtieron para siempre en fósiles inalcanzables, en parte de un pasado de acceso vetado.

La producción de Calle siempre ha tenido un marcado carácter personal e íntimo, y nos habla de la vulnerabilidad humana y del valor de la intimidad de las personas. De hecho, estas True Stories son representaciones de un mundo muy privado, ligado a amores tormentosos diseccionados de forma pretendidamente objetiva y analítica, aunque sin olvidar el humor. Sus imágenes atrapan al espectador haciéndole partícipe de sus fantasías íntimas y convirtiéndole en voyeur de las huellas de su pasión y de su nostalgia. En definitiva, y desde un punto de vista autobiográfico, estas instantáneas sirven al objetivo primario de la fotografía de captar el paso del tiempo e inmortalizar recuerdos.

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