Una exposición en la Fundación Coll Bardolet de Mallorca recupera la figura de Enrique Ochoa y su relación con la música
Coincidiendo con el trigésimo aniversario de su fallecimiento, la fundación mallorquina Coll Bardolet recuerda la figura de Enrique Ochoa, uno de los principales representantes españoles del Modernismo y el Art Decó que se movió en los círculos de Picasso.
Una exhibición en su sede de Valldemossa reúne 30 dibujos originales a tinta realizados por el pintor en 1946, fecha en la que el artista se refugia en la Cartuja de la localidad para plasmar las imágenes que le sugerían las composiciones musicales de Chopin y de grandes maestros como Beethoven, Debussy, Albéniz o Falla. Reflejan un mundo onírico y dan inicio a una etapa de este creador conocida como “Plástica Musical”, por moverse entre la figuración y la abstracción captando la plasticidad de la música y sus acordes. Según Silvia Pizarro, responsable del montaje de la muestra, “La sombra de Chopin en Valldemossa” busca poner de relieve las interesantes relaciones entre las distintas artes (Ut Pictura musica, podríamos decir) a través del ejemplo español de un dibujante, ilustrador y poeta tan polifacético como Enrique Ochoa. La exposición permanecerá abierta hasta el 17 de agosto.
Enrique Ochoa
Hay un constante adiós de inextinguible rezo, 1946