Fernando Huici
La artista valenciana, afincada en Nueva York, centra esta muestra en torno a una desasosegante intervención escenográfica que sumerge literalmente al espectador en una maraña de sobresaturada y ambivalente condensación emotiva.
Parte Elena del Rivero aquí del arquetipo literario de La perfecta casada de Fray Luis de León, y se sirve en idéntico grado de la turbulenta desmesura, en la forma y retórica, del drama barroco, para componer lo que, a mi juicio, resulta una de las apuestas más ambiciosas y uno de los mejores logros derivados de esa desgarrada meditación poética sobre el destino asociado a la feminidad que centra lo esencial de su trabajo desde hace años.
Elena del Rivero, La perfecta casada
Elena del Rivero, La perfecta casada