Una muestra en el Museo Picasso de Málaga recorre la historia del cartelismo europeo entre 1888 y 1938
“El cartel europeo 1888-1938”
MUSEO PICASSO DE MÁLAGA. MPM
c/ San Agustín, 6
29015 Málaga
Del 18 de junio al 16 de septiembre de 2012
De martes a jueves, de 10:00 a 20:00 horas
Viernes y sábado, de 10:00 a 21:00 horas
Domingos y festivos, de 10:00 a 20:00 horas
El Museo Picasso de Málaga viaja hasta finales del siglo XIX para rastrear la que quizá sea la fase más creativa y trascendental de la historia del cartel en Europa, la que se desarrolló en los cincuenta años transcurridos aproximadamente entre 1888 y 1938, etapa en la que también comenzó a gestarse como tal el arte publicitario.
Ramón Casas, Jules Chéret, Fortunato Depero, Cassandre, Gustav Klucis, Vladímir Lébedev, Man Ray, Vladímir Maiakovski, Henri Matisse, Alexander Ródchenko y Henri de Toulouse-Lautrec figuran entre los noventa autores de las 174 obras reunidas en esta exposición, abierta hasta el próximo 16 de septiembre.
Aunque los orígenes de los anuncios públicos son complejos y difíciles de fechar con exactitud, el cartel como tal surgió en el reconstruido París de Napoleón III. Sobre los muros de los grandes edificios y boulevares de esta nueva urbe aparecieron las estampas de Chéret y Toulouse-Lautrec que, como señala el historiador John Barnicoat, constituyeron una forma artística nueva.
Los inicios del cartel estuvieron muy vinculados a la pintura y su gran capacidad de reproducción, debida a los avances de las técnicas litográficas que permitieron la introducción sistemática del color, dio lugar a que muy pronto se extendiera su uso. Este nuevo arte podía ser contemplado directamente por el público, al margen de galerías y museos.
Durante el período de entreguerras, el cartel evolucionó hasta alcanzar un gran desarrollo, normalmente al servicio de la publicidad y de las ideas políticas e incorporando los notables avances tecnológicos en los procesos de reproducción gráfica y fotográfica. En aquella fase surgieron también propuestas abiertamente de vanguardia, derivadas de artistas adscritos a movimientos como el constructivismo, el futurismo, el surrealismo o la Bauhaus.
Se creó así lo que se conoce como el cartel moderno, articulador de un lenguaje nuevo que, como describiría Cassandre: “No es ni pintura ni decorado teatral, sino algo diferente, aunque a menudo utilice los medios que le ofrecen una y otro”. El cartel se relacionó directamente con el arte de su tiempo, al asimilar las innovaciones surgidas en la pintura, escultura y arquitectura.
La exposición abierta en el Museo Picasso ha sido comisariada por Carlos Pérez y cuenta con piezas procedentes de la Colección Merrill C. Berman y el Museum of Modern Art (MoMA), la Bibliothèque nationale de France en París, el Museo de Artes Decorativas de Praga, el Museo del Cartel en Wilanów de Varsovia, el Museum für Gestaltung Zürich, la Biblioteca Nacional Széchényi de Budapest, la Civica Raccolta delle Stampe Achille Bertarelli de Milán y la Colección Patrimonio Michelin, el IVAM o el Reina Sofía, entre otros centros.
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