La ley de transparencia de Ellen Kooi

La fotógrafa muestra en Cámara Oscura su obra reciente, más bucólica y ensimismada

Tras el éxito de su retrospectiva celebrada en el Institut Néerlandais de París hace dos años, Ellen Kooi, una de las artistas habituales de la Galería Cámara Oscura, vuelve a esta sala para exhibir sus trabajos recientes, que ofrecen una clara evolución respecto a las imágenes que pudimos ver en “Borrowed Landscapes”, la última exposición que protagonizó en Madrid coincidiendo con la edición de 2009 de PHotoEspaña.

Los pequeños detalles en la composición y el pulso narrativo son característicos en la obra de la holandesa, pero en estas nuevas obras podremos observar además una vuelta al bosque y al agua como escenarios (esenciales en la fotografía de Kooi, que los prepara a conciencia) y nuevos componentes nada habituales en su obra, como las líneas de horizonte altas o inexistentes que cierran sus últimas imágenes y las sumergen en una atmósfera más ensimismada, tensa y claustrofóbica.

En conjunto, la producción de Kooi nos habla del pulso entre humanos y naturaleza, del carácter conflictivo de una relación con nuestro entorno que necesariamente debe reinventarse. Bajo la aparente calma y desafiando esa frialdad nórdica que parece impregnar sus imágenes, permanecen latentes emociones intensas, desde la inquietud a la sorpresa pasando por el miedo o la soledad.

En algunas ocasiones, Kooi ha comentado que su interés por la fotografía procede del extraño silencio que sentía al contemplar los viejos retratos familiares. Lo cierto es que su refinada estética le acerca al cine y a los grandes maestros de la pintura de los Países Bajos, en referencias que a veces son intencionadas y concretas, y su uso del gran formato le ayuda a provocar en el espectador un fuerte impacto visual.