La Juan March nos introduce en el arte conceptual moscovita
Desde el 10 de octubre de 2008 hasta el 11 de enero de 2009, en la Fundación Juan March de Madrid Comisario: Boris Groys Organizan: La Fundación Juan March y la Schirn Kunsthalle de Frankfurt Obras: 150 Boris Groys, todo un especialista en arte y pensamiento ruso, es el comisario de “La Ilustración total.
FUNDACIÓN JUAN MARCH
C/ Castelló, 77
Madrid (España)
Arte conceptual de Moscú, 1960-1990″, una exposición que acoge la Fundación Juan March de Madrid y que presenta, por primera vez en España, una revisión de lo que el mismo Groys clasificó en 1979 como “conceptualismo romántico moscovita”. Esta tendencia que se registra sobre todo durante los últimos años de la Unión Soviética es, sin duda, complicada y difícil de entender para las mentes occidentales; principalmente por la enorme distancia que nos separa del sistema político social que se vivió durante aquellos años en la URSS, una realidad radicalmente distinta a la nuestra. Para empezar a desgranar el complejo significado y la relevancia de estas obras, es importante tener en cuanta varias cuestiones, como la ausencia de un mercado del arte o la igualdad entre el público y la crítica; hay que ser conscientes de que la ideología bajo la que se crearon estas piezas igualaba a todos los ciudadanos, por lo que prácticamente podemos afirmar que ni siquiera existían artistas en sí mismos, ni ninguna otra institución más allá del Estado. Los creadores románticos moscovitas participan, por tanto, de lo que podríamos denominar como un proyecto artístico común de toda la Unión Soviética, basado en el materialismo dialéctico, cuyo objetivo final es transformar el mundo. Credores como Érik Bulátov, Aleksandr Kosolápov, Leonid Sókov, Grisha Bruskin o Dmitri Prígov vivieron el triunfo de una utopía y sus trabajos constituyen una reflexión sobre en aquello en lo que derivó, muchas veces desde el humor, otras desde la ironía; pero siempre cargadas de simbolismo. El comisario ha querido que en la muestra se resumieran todas las interpretaciones de la época, resaltando que las piezas no fueron en ningún caso creadas para el mercado, que como ya hemos mencionado no existía, sino como una reflexión sobre sí mismas. Un total de veinticinco artistas, pertenecientes a dos generaciones consecutivas, cuyo trabajo pudo desarrollarse al margen del contexto cultural impuesto en la Unión Soviética, están representados en la muestra. Aunque la realidad de la URSS y la situación en la que se movieron es posible que nos resulte un poco ajena, sus piezas nos parecerán sin embargo bastante familiares en cuanto a formatos o procedimientos artísticos, que son completamente análogos a los que se trabajaron en Occidente durante esa misma época. De este modo, la exhibición nos invita a un diálogo entre semejanzas y discordancias, pero sobre todo nos introduce en una de las corrientes artísticas soviéticas más importantes del s. XX.
Créditos fotográficos: Vadim Zajárov. Inscripciones en la mano/Adquirí enemigos Aleksandr Kosolápov. Norte, 1973
The Norton and Nancy Dodge Collection of Nonconformist Art from the Soviet Union, Jane Voorhees Zimmerli Art Museum, Rutgers, The State University of New Jersey Pável Péppershtein. Observaciones, 1984
Colección Regina Gallery, Moscú
Vadim Zajárov
Inscripciones en la mano/Adquirí enemigos
Aleksandr Kosolápov
Norte, 1973
Pável Péppershtein
Observaciones, 1984