Victoria Combalía
Por fin se ha abierto en el MACBA una colección presidida por unos criterios historiográficos fundamentados, y no una simple acumulación de obras.
Del 17 de septiembre al 25 de noviembre de 2002.
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En el discurso de Manolo Borja prima el arte conceptual catalán (aunque con las ausencias, creemos que remediables en un futuro, de Eulalia Grau y de Jordi Pablo), y la línea minimal. En lo internacional y nacional Borja se sitúa en la tendencia actual de lo políticamente correcto, con varias obras importantes y otras, rozando el mero documental sociológico (un fenómeno que ya existía en los años setenta).
La sección de pintura y escultura de los cincuenta es muy brillante, con un excelente Palazuelo, unos buenos Millares y Saura, y Tapies bien representado, con el desconocido para mi y bello Arena blanca y jersey, de 1970. Como precedentes históricos se ha incluido a Brassai, y hubiera sido pertinente poner a Michaux o a Wols, en la línea de lo gestual, y a un surrealista. También se notan las ausencias de nombres tan importantes como Equipo Crónica, Arroyo o Carmen Calvo, y, en la escena local, Xavier Grau, Pep Duran Esteva o Eulàlia Valldosera. Pero hay obras excelentes de Georges Brecht, Esther Ferrer, Frederic Amat, Llena, Torres, Dieter Roth, Hans Haacke, Raymonds Hains… El conjunto, muy coherente, es un apuesta personal que merece sobradamente un desplazamiento.
Raymonds Hains
Untitled, 1998
Antonio Saura
Hia, 1958
Esther Ferrer
Silla Zaj, 1973-1974