Crítico por un día. Por Patricia M. Calabró
Del 13 de marzo al 25 de mayo de 2009 se presenta en el MALBA la colección del Banco de México, una selección de 60 pinturas de más de 30 artistas.
Buenos Aires, hasta el 25 de mayo de 2009
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Las obras comprenden el período que va de 1900 a 1960. Un período de fuertes cambios en el que estuvo comprendida la Revolución Mexicana, la creación del Movimiento Muralista llevado a delante por Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros con fuerte componente político y la llamada Contracorriente, donde se da ingreso a las vanguardias europeas como consecuencia del aislamiento que había impuesto el éxito del muralismo y una necesidad de cambio, llevada a delante por Rufino Tamayo, con la contribución de la llegada de artista extranjeros. Esto ayudado por el concebido viaje a Europa que era el destino ineludible para los artistas latinoamericanos de principios del siglo XX; no olvidemos la etapa cubista de Diego Rivera, quien conoce en París a Picasso. Todo esto dio paso al arribo de las corrientes surrealistas y abstractas que corrían paralelas con la necesidad de encontrar una identidad nacional que los identificase, problemática común en esa época en todo Latinoamérica.
Como representante del surrealismo encontramos a Leonora Carrington, artista inglesa radicada en México en 1942, fuertemente unida al grupo surrealista que para ese entonces estaba exiliado en Nueva York. Tanto la Primera como la Segunda Guerra Mundial, provocó la llegada de artistas europeos al Nuevo Continente, hecho que produjo un intercambio de lenguajes que enriqueció a unos y a otros, aggiornando a los locales y dando una nueva visión a los recién llegados.
En esta colección encontramos dibujos de Diego Rivera, sus típicos óleos de mujeres escondidas tras enormes mazos de calas; un óleo de Frida Kahlo al que no estamos acostumbrados ya que se trata de una naturaleza muerta “Los frutos de la tierra” de 1938, tema poco habitual en ella. Julio Castellanos se expresa con un tema localista en el óleo “Día de San Juan” de 1938. De María Izquierdo, quien iniciara su temática de circo en 1932, se expuso “El circo” 1939, guache sobre papel, donde es notable el desarrollo de la obra por la utilización de los tres colores primarios en sus tonalidades puras, así como en el bodegón “El huachinango” de 1943 en el que no abandona los fuertes contrastes de los colores puros.
Un óleo de Siqueiros “Mujer con metate” de 1931, se impone por la fuerza de la composición, una mujer de estructura escultórica abarca la totalidad de la obra.
Hoy gozamos en Buenos Aires de una colección enriquecida por una gran variedad de temáticas que van desde el muralismo hasta el surrealismo, pasando por temas costumbristas, religiosos, retratos y naturalezas muertas donde las revoluciones y las guerras de la primera mitad del siglo XX contribuyeron a armar un panorama donde la carga simbólica se expresa en cada una de las obras.
Patricia M. Calabró
Como representante del surrealismo encontramos a Leonora Carrington, artista inglesa radicada en México en 1942, fuertemente unida al grupo surrealista que para ese entonces estaba exiliado en Nueva York. Tanto la Primera como la Segunda Guerra Mundial, provocó la llegada de artistas europeos al Nuevo Continente, hecho que produjo un intercambio de lenguajes que enriqueció a unos y a otros, aggiornando a los locales y dando una nueva visión a los recién llegados.
En esta colección encontramos dibujos de Diego Rivera, sus típicos óleos de mujeres escondidas tras enormes mazos de calas; un óleo de Frida Kahlo al que no estamos acostumbrados ya que se trata de una naturaleza muerta “Los frutos de la tierra” de 1938, tema poco habitual en ella. Julio Castellanos se expresa con un tema localista en el óleo “Día de San Juan” de 1938. De María Izquierdo, quien iniciara su temática de circo en 1932, se expuso “El circo” 1939, guache sobre papel, donde es notable el desarrollo de la obra por la utilización de los tres colores primarios en sus tonalidades puras, así como en el bodegón “El huachinango” de 1943 en el que no abandona los fuertes contrastes de los colores puros.
Un óleo de Siqueiros “Mujer con metate” de 1931, se impone por la fuerza de la composición, una mujer de estructura escultórica abarca la totalidad de la obra.
Hoy gozamos en Buenos Aires de una colección enriquecida por una gran variedad de temáticas que van desde el muralismo hasta el surrealismo, pasando por temas costumbristas, religiosos, retratos y naturalezas muertas donde las revoluciones y las guerras de la primera mitad del siglo XX contribuyeron a armar un panorama donde la carga simbólica se expresa en cada una de las obras.
Patricia M. Calabró
Frida Kahlo. Los Frutos de la Tierra, 1938
Ángel Abraham. La Chica (retrato de mujer), 1924
David Alfaro Siqueiros. Mujer con metate, 1931