La TATE Liverpool repasa el impacto del artista austriaco en sus contemporáneos
Del 30 de mayo al 31 de agosto de 2008 en la TATE Liverpool
Organiza: Tate Liverpool
La TATE de Liverpool, ciudad que este año actúa como Capital Europea de Cultura, se propone celebrar tan señalado evento con una gran exposición sobre Gustave Klimt (Viena, 1862 1918) y el universo creativo que le rodeó.
TATE LIVERPOOL
Albert Dock
Liverpool
Uno de los puntos fuertes de la muestra, que podrá verse durante todo el verano, es la reproducción del Friso de Beethoven: quizá la más importante de las piezas del austriaco que se conservan en la actualidad. Se trata de una obra creada para la XIV Exposición de la Secession vienesa de 1902, en la que Klimt nos relata de forma alegórica una historia de la salvación del hombre a través del arte. Inspirado en la interpretación de Richard Wagner de la Novena Sinfonía de Beethoven y en la letra del Himno a la alegría de Schiller; el friso nunca deja indiferente a quien lo contempla. Cuando se presentó por primera vez al gran público fue tachado de inmoral y fantasioso; mientras que en la actualidad su poderosa carga simbólica, el color y la fuerza del dibujo todavía sorprenden por su gran modernidad. Durante su presentación en Viena se ensalzó la comunión entre todas las artes o, lo que es lo mismo, “la obra de arte total”. Esta idea, perseguida principalmente por Richard Wagner, pretendía la creación de una pieza que englobara todas las disciplinas artísticas con el fin de elevar al hombre. De este modo, durante la inauguración de la citada Exposición de la Secession, el friso se presentó en torno a la escultura de Beethoven de Max Klinger y acompañado de la interpretación de la Novena Sinfonía, dirigida por Gustav Mahler. Además de ofrecer la oportunidad de contemplar una reproducción de tan significativa obra, la muestra nos invita a recorrer detalladamente el universo creativo que rodeaba a Gustav Klimt. Como fundador de la Secession, su influencia fue clave para el desarrollo del Wiener Werkstätte (Taller de Viena), actuando como motor para promover la innovación y la renovación de la artesanía y las artes. La filosofía secessionista -un movimiento que englobaba arquitectura, arte, diseño, moda…- tenía como objetivos algunas cuestiones como el progreso de todas las mencionadas disciplinas o la emancipación de las artes aplicadas. Bajo estos mismos parámetros se estructuró en 1903 el Wiener Werkstätte, cuyos productos, realizados por grandes figuras de principios de siglo, como el arquitecto Josef Hoffman o el artista Koloman Moser, pueden verse en esta completa exposición, acompañando a algunas de las más famosas pinturas de Klimt, como el Hermine Gallia (1903-4). Para terminar, la exposición recoge la tremenda influencia que las ideas del austriaco, transmitidas a través de los objetos producidos por el Wiener Werkstätte, tuvieron en el movimiento Arts and Crafts inglés; así queda demostrado al contemplar las piezas de artistas como William Morris o Charles Rennie Mackintosh.
Créditos fotográficos: Gustav Klimt. The Beethoven Frieze (detalle), 1901-2
Copia de 1984. Belvedere, Vienna Josef Hoffmann. Belt Buckle, 1909
© Kunsthaus Zug, Guido Baselgia Gustav Klimt. Water Serpents I, 1904-7
Belvedere, Vienna
Gustav Klimt
The Beethoven Frieze (detalle), 1901-2
Josef Hoffmann
Belt Buckle, 1909
Gustav Klimt
Water Serpents I, 1904-7