Una selección de trabajos del alemán, a medio camino entre la fotografía y el cine, se exponen en Helga de Alvear
“Jürgen Klauke. Schlachtfelder”
GALERÍA HELGA DE ALVEAR
c/ Doctor Fourquet, 12
28012 Madrid
Del 8 de mayo al 30 de junio de 2012
De martes a sábado de 11:00 a 14:00 horas y de 16:30 a 20:30 horas
La producción de Jürgen Klauke, figura clave del arte contemporáneo europeo en ñas últimas tres décadas, oscila de forma permanente entre la atracción y el rechazo extremos y puede despertar en el espectador tanto fascinación como irritación.
Fue uno de los creadores pioneros en valerse de la fotografía como instrumento propio de expresión artística y sus exploraciones en ese medio destilan coherencia, empeño y versatilidad. La fotografía se ha abierto con él a campos inéditos.
Del mismo modo que Robert Morris, Bruce Nauman y Sherman, Klauke adoptó pronto el cuerpo humano como soporte para expresar ideas artísticas y lo convirtió en objeto y en vehículo de su trabajo, en el que también empleó pautas narrativas, como la secuencia cinematográfica o el recurso al tableau, formado por imágenes independientes susceptibles de ser contempladas (leídas) en cualquier dirección.
Sus investigaciones le llevaron a plasmar sus ideas en series de imágenes de gran formato, moviéndose siempre a contracorriente respecto a las tendencias artísticas del momento: en un principio, por romper tabúes sociales a partir de métodos agresivos y subversivos; después, por mantener intacta una ambición cada vez más rara en la esfera del arte contemporáneo: la de no buscar incorporarse a ninguna de las corrientes predominantes.
En realidad, las dificultades para inscribirlo en cualquier movimiento nacen de su propio proceso creativo. Pinta y dibuja, pero Klauke no es un pintor, y tampoco es un fotógrafo, aunque el segmento más significativo de su trabajo lo componen conjuntos fotográficos. Él idea sus temas, los desarrolla y lleva a cabo y posteriormente se transforma en director de la realización visual de su concepto. Llega incluso a intervenir como actor en sus puestas en escena.
Hay quien compara sus métodos de trabajo con los de cineastas como Buster Keaton, Claude Chabrol o David Lynch, porque incluso realiza castings. Existe, además, otra semejanza con el cine: el personaje central encarnado por el artista —personaje que en los inicios vestía de modo estrafalario y que, desde la segunda mitad de los setenta, porta trajes negros—, aun estando muy relacionado con él, no es idéntico a la persona de Jürgen Klauke, por tanto no podemos concebir sus obras como autorretratos. Más bien se trata de cuadros sociales condensados, de reflejos del otro, también del público, en los que no falta la ironía. Algunos de ellos se exhiben, hasta el 30 de junio, en la Galería Helga de Alvear.
Jürgen Klauke. Schlachtfelder
Jürgen Klauke. Schlachtfelder
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