Kapoor en Berlín

Anish Kapoor. Shooting into the Corner, 2008-2009. © Anish Kapoor / VG Bildkunst, Bonn, 2013

La Martin Gropius Bau presenta la primera gran muestra del artista indio en la capital alemana, una exhibición que incluye trabajos inéditos

Del 18 de mayo al 24 de noviembre de 2013, en la Martin Gropius Bau de Berlín

Comisario: Norman Rosenthal

 

Desde sus primeras esculturas, elaboradas a partir de pigmentos pictóricos esparcidos sobre el suelo en formas simples, Anish Kapoor ha desarrollado una variadísima obra elaborada en materiales como la piedra, el acero, el vidrio, la cera, el PVC o materiales de alta tecnología: objetos, esculturas e instalaciones en los que las barreras entre pintura y escultura se difuminan.

Para su primera gran exposición individual en Berlín, que el próximo 18 de mayo se abre al público en la Martin Gropius Bau y que ocupará por completo la planta baja del centro, el artista de origen indio, Premio Turner en 1991, ha diseñado varias piezas site-specific que se acompañarán de otras que ha elaborado en los últimos treinta años.

Nacido en 1954 en Bombay, se instaló en Londres en 1973 para estudiar escultura en la muy abierta Escuela de Arte de Hornsey y en la capital británica vive y trabaja desde entonces. En 1990 representó al Reino Unido en la Bienal de Venecia, donde un jurado internacional le concedió el Premio 2000 y desde principios de los ochenta sus trabajos se han expuesto en todo el mundo.

Anish Kapoor. Up Down Shadow, 2005. © Anish Kapoor / VG Bildkunst, Bonn, 2013

Lo más característico en la obra de Kapoor, según los críticos, es su testimonio del nulo conformismo del artista, centrado en la reinvención constante de su lenguaje artístico personal, tanto en sus piezas más monumentales como en las de carácter más íntimo. Sus creaciones, compuestas de materiales naturales o artificiales, constituyen a menudo sugerentes metáforas abstractas y destacan por sus impactantes efectos estéticos.

Entre las obras que podremos ver en Berlín figura White Sand, Red Millet, Many Flowers (1982), en la que emplea pigmentos pictóricos, como venía haciendo desde los setenta, y evoca la cultura de su país de origen: cubrió elementos decorativos de los templos indios con capas de pigmento rojo, amarillo y negro. También de la década de los ochenta data Wound, pieza formada por dos piedras cuyas caras internas Kapoor abrió para introducir en ellas un pigmento rojo que remite a lo orgánico. El corte continúa a lo largo de la parte frontal de la pared donde las piedras se unen para formar una V.

La muestra de la Martin Gropius Bau también hará hincapié en que en la obra de Kapoor hay algunos agujeros negros. De su participación en la novena Documenta llamó la atención su Descent into Limbo (1992): en el centro de un amplio cubo en el que podía adentrarse el público el artista abrió el suelo dando la posibilidad al espectador de, literalmente, caer en él, y en Berlín podremos ver una nueva versión de este proyecto.

Las estructuras especulares cóncavas o convexas también son habituales en la producción de Kapoor, con sus pulidas y brillantes superficies en las que el espectador ve reflejada una visión distorsionada de sí mismo y de su ambiente, haciendo saltar por los aires el orden espacial natural. En la capital alemana se exhibirá Vertigo (2008), pieza en la que el espectador se refleja a la vez lejano y en primer plano, como si llevara unas lentes progresivas. Pese a su minimalismo, estas piezas resultan abiertas y accesibles e invitan al visitante a entrar en moderno país de las maravillas, a convertirse en actor y no sólo en ojeador.

Para el atrio neorrenacentista de la sala de exposiciones temporales de la Martin Gropius Bau, Kapoor, cuyos trabajos no encajan en ninguna categoría próxima al ready-made, ha diseñado una nueva escultura cuya forma y materialidad sólo descubriremos el día de la inauguración de la muestra, pero que, según ha declarado el artista, nos harán pensar en El Lissitzky y en Malevich.