Francisco Calvo Serraller
Lily Litvak comisaria de la muestra consigue desentrañar la complejidad y modernidad que subyacen en los iconos más característicos de Julio Romero de Torres, deshaciendo el tópico negativo que ha gravitado sobre este artista, convertido -hasta hace casi 25 años- en un pintor folclórico banal de “andaluzadas” y hasta en “reaccionario”, por haberse estampado su efigie en un billete durante el franquismo.
Museo de Bellas Artes de Bilbao
Del 7 de octubre de 2002 al 26 de enero de 2003
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Un nueva y más completa lectura nos reconstruye ahora el papel que jugó este artista en la escena artística de comienzos del XX, con su estilo modernista y simbolista, que lo acercó a la “España Negra”, y que le inscribe en la órbita de pintores coetáneos como Anglada Camarasa, Zuloaga, Sorrolla, o Nonell …; todo un importante arte local no académico producido entre 1890 y 1930 en nuestro país mientras internacionalmente se desarrollaban las primeras vanguardias.
Julio Romero de Torres
La chiquita piconera, 1930