Julian Schnabel y la arquitectura de la memoria

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El Museo Correr acoge una retrospectiva del neoyorquino coincidiendo con la Bienal de Venecia

“Julian Schnabel. Permanently Becoming and the Architecture of Seeing”

MUSEO CORRER
San Marco, 52
30124 Italia
Del 4 de junio al 27 de noviembre de 2011
Todos los días, de 10:00 a 19:00 horas

Del 4 de junio al 27 de noviembre de 2011, en el Museo Correr de Venecia

Comisario: Norman Rosenthal

Obras: 40

Organizan: Arthemisia Group, Fondazione Musei Civici di Venezia

Coincidiendo en fechas con la Bienal de Venecia, el Museo Correr de la ciudad de los canales contrarresta el peso del evento presentado cuatro decenas de trabajos del ecléctico Julian Schnabel. Las obras seleccionadas, pinturas y esculturas, documentan la trayectoria del artista norteamericano desde la década de los setenta hasta la actualidad e ilustran la influencia en su estética, no sólo de Pollock o Cy Twombly, sino también de la tradición europea y mediterránea.

Además de rastrear en sus trabajos repercusiones de maestros españoles e italianos como El Greco, Tintoretto, Giotto, Goya, Gaudí o Picasso, esta exhibición encuentra en su obra referencias a la literatura de Homero o Esquilo.

La producción de Schnabel, que, como es sabido, es, además de artista, director de cine internacionalmente reconocido, se caracteriza por su estudiada evolución y su extraordinaria expresividad. Sus películas (Basquiat, Antes que anochezca o La escafandra y la mariposa) se relacionan estrechamente con su arte y deben contemplarse como una continuación natural de sus pinturas y esculturas.

Julian Schnabel utiliza una gran variedad de medios para elaborar sus trabajos (hule, madera, fotografías, mantas, lonas…). En general, cualquier superficie plana puede inspirar su trabajo creativo. Hacia finales de la década de los ochenta empezó a emplear formatos de gran tamaño; según algunos críticos sólo con la intención de sorprender al espectador; según otros, para hacer referencia a las imponentes obras pictóricas encargadas en el pasado por la realeza o la Iglesia o a los enormes cuadros expresionistas de la América de postguerra. Su exploración de los confines del arte contemporáneo ha influido decisivamente en generaciones de artistas más jóvenes.

Entre las obras más significativas que podremos ver en Venecia figuran Painting for Malik Joyeux and Bernardo Bertolucci (2006), The sea (1981), St. Francis in Ecstasy (1980), Portrait of Rula (2010), Bez #1 (2010), The Atlas Mountains (2008) y la monumental escultura de bronce Queequeg (2007-2010).

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