Julia Santa Olalla y los espacios que nos definen

La artista presenta su primera muestra en F2 Galería

Madrid,

Quien conoce el relato enmarca el lugar. 

Digo: “Imaginamos y hacemos de la experiencia 

una ventana”. Cuántas veces el sol chocando 

en esa puerta, y la fuente y esa espera de los objetos perdidos 

en el fondo. 

Yo digo que quizá sea bueno pensar que los espacios también 

nos definen. Pensar 

en los detalles.

La memoria desempeña un rol fundamental en la pintura de la artista granadina Julia Santa Olalla, y no exactamente porque la ejercite en exteriores llevando sus impresiones al trabajo en el estudio, sino porque la conduce a tiempos más lejanos y hacia los espacios donde ya no habita y que, de modo más o menos explícito, la marcaron; hacia aquellos entornos a los que puede, y podríamos en su lugar, experimentar alguna nostalgia.

Sus recuerdos remiten, en muchos casos, a La Caraluna, en la finca La Cubana, donde vivió durante años y que dio título a una exposición reciente en Murcia: tamizado por la subjetividad de su experiencia, ha llevado este escenario a varias de sus series, fijando en sus telas rincones concretos y, también, instantes y plasmaciones de luz específicas; fragmentos de una temporalidad ya perdida que, a veces, contribuye a fijar la presencia de niños jugando o de algún gato. Pero lo relevante en su obra son los espacios evocados desde las capas de emoción que imprimieron las vivencias y que asientan las décadas, un tiempo que logra que, aunque sean identificables los enclaves y los momentos de la luz, estas composiciones tengan algo de abstracto, de precisión perdida.

Julia Santa Olalla. Las Mirlas. F2 Galería
Julia Santa Olalla. Las Mirlas. F2 Galería
Julia Santa Olalla. Escalera cubana, 2023
Julia Santa Olalla. Escalera cubana, 2023

Junto a su propia memoria, el otro referente fundamental de las escenas de esta autora son los interiores flamencos: buena conocedora de las tradiciones pictóricas, tanto estéticas como formales, elige algunos de sus recursos compositivos sin caer nunca en la rigidez o en el exceso, y sin que el contenido domine al gesto, ni prime el cálculo sobre la sugerencia. No interesa que el espectador se pierda en su atención a los procesos, ni siquiera en la evidente energía de sus pinceladas, sino en su mencionada querencia por los lugares y sus códigos, nunca del todo revelados. Cada una de sus pinturas cuenta con una parte visible y otra invisible, como ocurre en tantos artistas apegados a lo cercano, desde Morandi y el alma de sus bodegones a Andrew Wyeth y su casa de Chadds Ford, o los jardines de María Moreno. Una parte de los lienzos de Santa Olalla solo puede ser imaginado, pertenece a la intimidad: sus escenarios pudieron albergar episodios felices o desdichados y parte de su atractivo reside en esa incertidumbre, siempre latente en lo cotidiano de los demás.

Una selección de sus trabajos recientes, ejemplos de pintura al tiempo narrativa y ambigua, pueden verse, hasta el 21 de julio, en “Las Mirlas”, su primera exhibición en F2 Galería (Madrid). Esta sala la representa junto a la murciana T20.

Julia Santa Olalla. Espejo, 2023
Julia Santa Olalla. Espejo, 2023
Julia Santa Olalla. Figura, 2023
Julia Santa Olalla. Figura, 2023
Julia Santa Olalla. Fuente César, 2023
Julia Santa Olalla. Fuente César, 2023

 

 

Julia Santa Olalla. “Las Mirlas”

F2 GALERÍA

Doctor Fourquet, 28 

Madrid

Del 27 de mayo al 21 de julio de 2023

 

Comentarios