Chicago in L.A.: Judy Chicago's Early Work, 1963–74
Artista: Chicago, Judy
Antes de que en los setenta y los ochenta Judy Chicago se convirtiera en una de las mayores representantes del arte feminista, la artista, nacida en la ciudad de su apellido en 1939, había trabajado en pinturas, esculturas y performances en las que utilizó materiales industriales innovadores, como tintes empleados en carrocerías de automóviles y pirotecnia.
El Brooklyn Museum dedica, hasta el 28 de septiembre, una muestra a la obra temprana y menos conocida de Chicago, una producción que desarrolló cuando residía en Los Ángeles y era miembro de la escuela llamada Finish Fetish, que respondió a la rápida industrialización vivida en la costa oeste de Estados Unidos a mediados del siglo pasado con colores brillantes y formas minimalistas.
La exposición enmarca esos trabajos en el resto de la producción de Chicago para vertebrar su evolución y busca revalorizar sus décadas de experimentación (a través de piezas como The Dinner Party) y su labor en la construcción de una comunidad artística feminista: fue la primera en desarrollar un programa de arte de ese cariz en Estados Unidos, concretamente en la Universidad Estatal de California.
Forman parte de la exhibición, titulada “Chicago in L.A.: Judy Chicago’s Early Work, 1963–74”, sesenta pinturas, esculturas, grabados, dibujos, fotografías y vídeos, así como material documental relativo a sus performances.
Formada en el Art Institute de Chicago y la Universidad de UCLA, tanto la política como sus experiencias personales han marcado buena parte de su trabajo. Muerto su marido, Chicago se embarcó en la creación de piezas abstractas en las que se hace posible reconocer órganos sexuales masculinos y femeninos que nos hablan de roles diferenciados según sexos y de la construcción de nuestras respectivas identidades. Más adelante, entre 1974 y 1979, ayudada por diversos voluntarios, puso en marcha la citada The Dinner Party, reinterpretación de la Última Cena bíblica desde un enfoque feminista. Se sirvió de una estructura de triángulo equilátero para la mesa para hacer alusión a la igualdad entre los comensales y a las representaciones antiguas de los genitales femeninos.
La mesa está dispuesta para acoger a 39 invitados, todos mujeres, y cada una tiene un sitio reservado con su nombre. Se trata de artistas, diosas, activistas y mártires y la colocación de 13 personas por lado alude a los presentes en la Última Cena y también al número que en la Edad Media se consideraba que formaban parte de las comunidades de brujas.
Más adelante, la maternidad fue otro de los temas que con más frecuencia abordó. The Birth Project (1980-1985) ensalza el papel femenino de la maternidad negado en la creación del mundo según la narración del Génesis, desde el punto de vista de Chicago. Se compone de un centenar de paneles que exploran la construcción del concepto de lo masculino y cómo los roles de poder han afectado al comportamiento de los hombres.
Ese trabajo empezó a cobrar forma después del fallecimiento de su hermano y de su madre, por lo que podría interpretarse como un homenaje, un recuerdo a la figura materna y a la importancia simbólica y real de la maternidad en las sociedades más apegadas a las tradiciones.
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