Alcalá 31 nos descubre el paralelismo entre su obras de los ochenta y los trabajos recientes
Desde el 2 de diciembre de 2008 hasta el 18 de enero de 2009, en la Sala de Exposiciones Alcalá 31 de Madrid Comisario: Mariano Navarro Obras: 60 Esta exposición -la primera de lo que promete ser una larga serie de muestras dedicadas a pintores del ámbito madrileño, organizadas por la Comunidad de Madrid en la Sala Alcalá 31- se articula gracias a un comentario del propio Juan Ugalde (Bilbao, 1958) acerca de su trabajo: “Me he metido en la nueva obra con ganas de experimentar, de pintar, retomando algunos de los planteamientos de los ochenta, del delirio, de ir a ver lo que sale, la pintura como viaje a lo desconocido”.
ALCALÁ 31
Alcalá, 31
Madrid (España)
Tomando esta frase como excusa y también como leitmotiv, el comisario de la exhibición, Mariano Navarro, ha estructurado una curiosa propuesta expositiva que nos permite contraponer a lo largo de recorrido las obras de Ugalde que datan de los años ochenta con sus últimos trabajos; aquellos en los que el artista se adentra en ese estimulante viaje a lo desconocido. Con el fin de ofrecer también al espectador una perspectiva cronológica acerca de su obra, en la planta de arriba puede contemplarse una selección de sus Cartulinas; un montaje que sin duda nos permite conocer detalladamente algunos de los cambios técnicos que se registran en su obra. El trabajo de Ugalde realizado en los ochenta es esencialmente pictórico y se caracteriza por su vital colorismo, así como por tratar, desde un punto de vista humorístico e irónico, asuntos de índole social y civil. Esta temática puede quizá llamar la atención teniendo en cuenta que, mayoritariamente, los formatos en los que el arte contemporáneo aborda esos temas están bastante alejados de la tradicional práctica de la pintura; pero Ugalde nunca quiso resignarse a un trabajo estático y sus motivaciones residen en la actualidad del día a día. En estas tempranas piezas descubrimos personajes cotidianos, muchas veces actores secundarios extraídos de mundo del cómic, que frecuentemente han provocado que se le encasille dentro del arte pop; aunque cualquier clasificación es, cuanto menos, arriesgada ya que su trabajo aúna estas figuras icónicas con la herencia del expresionismo abstracto y una voluntad constructiva basada en la pintura. Por decisión del comisario se han quedado fuera de la muestra las obras de la década que tiene lugar entre 1992 y 2002, aunque encontraremos algunos Carteles de este periodo en el piso superior y detalladas alusiones al mismo en el catálogo de la muestra. En cuanto al trabajo reciente de Ugalde, vale la pena destacar que si bien abandona las fotografías de grandes formatos para imbuirse de nuevo, como ya hemos mencionado, en piezas donde la pintura cobra un peso mayor, seguimos encontrando geniales composiciones basadas en el collage y pobladas de personajes que esta vez tienen más que ver con la televisión o con Internet que con el cómic. Los temas también registran variaciones; el paisaje y su destrucción o la realidad social de los más desfavorecidos son algunos de los más recurrentes que encontraremos en estas últimas obras, realizadas desde el año 2006, en las que además incorpora cada vez con mayor frecuencia el uso de las nuevas teconologías. En este sentido, la exposición cuenta también con cinco vídeos en los que podremos disfrutar de un original maridaje entre la pintura en estado puro y estos nuevos medios. De este modo “Viaje a lo desconocido” constituye, según palabras del propio artista, un “enfrentamiento sorpresivo y perplejo” entre obras de distintas épocas; un flash de todo su trabajo en el que descubriremos que el arte tiene momentos para protestar, momentos para reír y momentos para delirar.
Juan Ugalde
Casacada
Juan Ugalde
Camión
Juan Ugalde
Zen