Violencia comunitaria, tensiones de la representación

Juan Carlos Meana y Hernández Landazabal presentan sendas muestras en ARTIUM

Vitoria,

Tras cerrar su revisión a la producción llena de memoria de Jacobo Castellano en “riflepistolacañon“, ARTIUM, el Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, inaugura este fin de semana dos nuevas muestras, en su Sala Norte, dedicadas a Juan Carlos Meana y Javier Hernández Landazabal, autores ambos nacidos en Vitoria: la atención al entorno próximo es una de las líneas de trabajo de este centro desde su origen.

La primera, titulada “NOS[ YO ]OTROS”, ha sido comisariada por José Ángel Artetxe y recoge trabajos dedicados a las dificultades de relación entre el individuo y su comunidad y a los límites de la propia identidad. Buena parte de las obras son recientes, aunque también podrán verse algunas de otras etapas de la trayectoria de Meana, que ha indagado a fondo en el lado coercitivo de los mecanismos sociales destinados a orientar formas de ser y en las posibilidades e imposibilidades de la convivencia entre los individuos fieles a sí mismos y el entorno, en un sentido tanto comunitario como político y ecológico.

Juan Carlos Meana. Asi en la Tierra como en el cielo (Serie Creencias)
Juan Carlos Meana. Así en la Tierra como en el cielo (Serie Creencias)

Consta la muestra de cerca de sesenta piezas estructuradas en media docena de series (Laboratorio de conflictos, Comunidad, Pertenencia, Asépticos, Después de Narciso y Creencias) que las hacen convivir en el espacio, en un montaje que incide en la expresividad de su mezcla. Se trata de obras tridimensionales que abordan, como decíamos, los aspectos más tensos de los nexos entre las personas y los colectivos (lealtad, vigilancia, reconocimiento del valor, conspiraciones, violencia a veces extrema, coste humano de determinados procesos industriales…) a partir de materiales comunes llenos de simbolismo, como piezas de jabón, platos cerámicos, ladrillos, espejos o casquillos de bala.

El ensamblaje de esos elementos sirve al creador vasco para plantear relaciones sutiles, complejas y quizá llenas de hipocresía, entre valores antes absolutos y su concepción contemporánea, como apuntan los mismos títulos: Posverdad, Caution humans, La medida del valor, Las sospecha de las mirada, La medida de las creencias

Meana inició su trayectoria artística en la pintura, pero desde los noventa ha ampliado el abanico de sus técnicas a la fotografía, el vídeo, la escultura o la instalación. Compagina su práctica creativa con la docencia, en la Universidad de Vigo.

La exhibición de Javier Hernández Landazabal, comisariada por el exdirector de ARTIUM Daniel Castillejo, lleva por nombre “De lo perdido y lo recuperado” y está poblada de esculturas que, por lo meticuloso de su elaboración, llegan a adquirir la forma de artefactos mecánicos y de pinturas que son las representaciones pictóricas de esas piezas. Landazabal también dio sus primeros pasos en el ámbito pictórico, con trabajos habitualmente realistas y de carácter narrativo, y son ellos con los que ha alcanzado mayor reconocimiento, así que ahora nos da la oportunidad de adentrarnos en una vertiente menos conocida de su producción: la de esos artilugios de apariencia industrial que, sin embargo, no ha dejado de trasladar al lienzo y que le sirven para abordar cuestiones como el paso del tiempo, los vínculos entre la realidad y su representación y las peculiaridades de la memoria cuando se refiere a lo vivido.

Son en total una decena los artefactos expuestos, construidos con objetos encontrados y recuperados que el artista ha atesorado a lo largo de tres décadas. Los ha ensamblado y ha generado a partir de ellos cuidadas escenografías que nos ofrecen el mismo detalle al que sus pinturas nos tenían acostumbrados. Los lienzos son, sin embargo, nueve (el décimo se encuentra en una colección particular y no ha podido localizarse).

La exhibición, cuyo título procede del poema El tango de Borges, constituye por tanto una reunión de ingenios donde se dan cita lo pasado y lo presente y donde Hernández Landazabal plantea, desde enfoques conceptuales, las particularidades del lenguaje artístico y del arte que reflexiona sobre sí mismo. Jugando con las correspondencias establecidas entre esculturas y pinturas, aúna lo culto y lo popular, pero también la ironía y la crítica, el nihilismo y los juegos de palabras. Como en el caso de Meana, los títulos de sus trabajos también son parte importante del mensaje: La suerte y la muerte, Arte-ficio dadá, Tiempo muerto, L’ esprit de l’ escalier

En esta última, por ejemplo, encontraremos un cráneo humano dispuesto sobre un libro, ambos colocados en lo alto de una escalera e iluminados por una bombilla. Como explica Altarriba en el catálogo, la pieza, con evidentes ecos surrealistas, hace referencia a las luces que ya no pueden alumbrarnos porque llegan tarde, a las oportunidades perdidas.

Javier Hernández Landazabal. That is the question
Javier Hernández Landazabal. That is the question
Javier Hernández Landazabal. L’ esprit de l’ escalier
Javier Hernández Landazabal. L’ esprit de l’ escalier

 

 

“De lo perdido y lo recuperado. Javier Hernández Landazabal”

Juan Carlos Meana. “NOS(YO)OTROS”

ARTIUM. CENTRO-MUSEO VASCO DE ARTE CONTEMPORÁNEO

c/ Francia, 24

Vitoria

Del 7 de junio al 15 de septiembre de 2019

 

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