Joanie Lemercier y el paisaje computacional

Muestra siete instalaciones en el Espacio Fundación Telefónica

Madrid,

En su habitual línea expositiva de estrechar lazos entre la creación plástica y la tecnología, incorporando a veces a ese dúo la naturaleza, Espacio Fundación Telefónica presenta, hasta julio en su cuarta planta, “Paisajes de luz”, la primera exhibición significativa del creador francés Joanie Lemercier en nuestro país.

En su producción este autor emplea el videomapping y la tecnología a la hora de sumergir al espectador en la naturaleza, incidiendo en la riqueza experiencial de su contemplación y en la necesidad de su preservación; a Madrid han llegado siete instalaciones, tres de ellas creadas específicamente para la Fundación, que proponen al visitante una inmersión en depuradas líneas abstractas o en majestuosas montañas paradójicamente generadas por ordenador.

Lemercier, nacido en Rennes en 1982, cofundó en 2008 el colectivo AntiVJ y, un año después, estableció su estudio individual, que primero tuvo sede en Nueva York y, desde hace seis años, en Bruselas. Sus trabajos se sirven de la proyección lumínica para generar experiencias perceptivas originales y de la programación informática para hacer de esos proyectores una herramienta capaz de transformar la apariencia de lo real y de invitar al espectador al cuestionamiento de lo que ve. Su lema es La luz como medio, el espacio como lienzo.

La exhibición de Telefónica, comisariada por Juliette Bibasse, quiere proponernos reflexionar sobre las posibilidades de los medios digitales para captar la belleza sin aditivos de la naturaleza, en ocasiones por vías poco literales, a través de juegos con espacios, sombras y volúmenes, en suma, de geometrías que desconciertan la mirada. En Edges (Aristas), crea Lemercier un paisaje tecnológico a partir de líneas y rejillas; suele inspirarse en naturalezas, leyendas míticas o en sus experiencias personales, pero también elabora geografías imaginarías nacidas del trabajo humano con las máquinas.

Joanie Lemercier. Edges
Joanie Lemercier. Edges

Montagne, cent quatorze mille polygones nos lleva a un valle montañoso diseñado a partir de una retícula distorsionada por el camino de los algoritmos y Eyjafjallajökull y Fuji recuerdan el poder de los volcanes frente al ser humano; la primera de esas instalaciones se inspira en la erupción del islandés que, hace una década, causó verdaderos estragos en el tráfico aéreo en Europa y al artista le afectó de manera directa: un vuelo que iba a tomar sufrió dos semanas de retraso, tiempo que él aprovechó para dibujar la silueta del volcán y estudiar su erupción. Aquel fue el inicio de una serie que dedicó enteramente a esos fenómenos naturales; planteó un Eyjafjallajökull diseñado como topografía reticular dibujada directamente sobre dos paredes perpendiculares.

Joanie Lemercier. Fuji
Joanie Lemercier. Fuji
Joanie Lemercier. Eyjafjallajökull
Joanie Lemercier. Eyjafjallajökull

Fuji, por su parte, nos ofrece otro paisaje a gran escala dibujado a mano que representa ese monte aumentado por una capa de luz proyectada: se genera así una visión abstracta, creada a base de luz, de El cuento del cortador de bambú, una antigua leyenda japonesa del siglo X. Y Paysages Possibles nos recuerda que si en sus primeros proyectos se servía únicamente de bolígrafo sobre papel para dibujar, avanzó Lemercier hacia el empleo de un plóter para lograr imágenes de mayor tamaño a partir de líneas continuas. En este trabajo, dicho plóter se convierte en extensión de la mano del autor gracias al empleo de un software que paulatinamente traza un universo de montañas. Los dibujos finalizados se cuelgan después en las salas para llamar nuestra atención sobre las pruebas y errores derivados de los fallos del propio software, entendiéndolos parte significativa del proceso creativo.

Joanie Lemercier. Paysages possibles
Joanie Lemercier. Paysages possibles

La segunda parte de la exhibición no se centra tanto en las posibilidades de replicación alternativa de la naturaleza por vías tecnológicas como en la plasmación de los efectos de la acción humana sobre ella en forma de sobreexplotación. Para ello, Lemercier deja, ahora sí, de lado la ficción y recurre a imágenes tomadas con dron.

Lo vemos en The Hambach Forest and the Technological Sublime, una instalación que recoge la deforestación de un bosque belga, considerado uno de los mayores de Europa, para favorecer el desarrollo de minas de carbón: hablamos del bosque de Hambach, que muchos ecologistas han convertido en eje de sus llamadas por la preservación del medio ambiente y contra el cambio climático.

Joanie Lemercier. The Hambach Forest and the Technological Sublime
Joanie Lemercier. The Hambach Forest and the Technological Sublime

La exhibición se cierra con Desirable Futures, un espacio concebido para la meditación del público en torno a lo visto y para reactivar compromisos personales con el medio natural.

La obra de Lemercier ha llegado al Espacio Fundación Telefónica tras pasar por centros como el China Museum of Digital Art de Pekín (China), Art Basel Miami, Tokyo City View (Japón), el Roundhouse de Londres (Reino Unido), el Sónar Festival, Barneys New York o el festival de cine de Sundance.

 

 

 

Joanie Lemercier. “Paisajes de luz”

ESPACIO FUNDACIÓN TELEFÓNICA

c/ Fuencarral, 3

Madrid

Del 11 de febrero al 25 de julio de 2021

 

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