Joan Alvado y el vacío del futuro

Presenta en Marisa Marimón una serie, entre real y distópica, sobre la despoblación

Ourense,

Hace unos años os hablamos de la publicación, por la editorial Pepitas, del libro Los últimos. Voces de la Laponia española, de Paco Cerdá, en el que este periodista charlaba con vecinos de las provincias menos pobladas en nuestro país (toda Soria; Guadalajara, Teruel y Cuenca casi también por completo; el suroeste de Zaragoza, el sureste de Burgos, el nordeste de Segovia, el sur de La Rioja y el interior de las provincias de Castellón y Valencia), zonas que Francisco Burillo, Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza, englobaba en la Serranía Celtibérica.

No es necesario incidir en la gravedad del vaciamiento de sus pueblos, aunque es cierto que la pandemia ha dado lugar a un constatable incremento de la población, que no ha paliado las cifras alarmantes. Recordaba aquel ensayo que en una superficie equivalente a la de Dinamarca, Lituania, Letonia, Croacia, Eslovaquia, Estonia, Países Bajos, Bélgica, Eslovenia, Chipre, Luxemburgo y Malta habitan menos de medio millón de personas y solo seis localidades superan los 5.000 vecinos.

Joan Alvado. Valle del Alto Tajo, 2018. Serie El último hombre sobre la tierra
Joan Alvado. Valle del Alto Tajo, 2018. Serie El último hombre sobre la tierra

Esas zonas, nuestro interior montañoso, las ha elegido el fotógrafo alicantino Joan Alvado como escenario de su serie El último hombre sobre la tierra, que se exhibe ya en la Galería Marisa Marimón de Orense. Este autor, que en 2016 obtuvo el Premio Nuevo Talento FNAC por Cuban Muslims, Tropical Faith, un proyecto dedicado a la comunidad musulmana en Cuba, viene dedicando su obra a los nexos entre antropología y territorios y a la evolución de las creencias humanas a lo largo de los siglos y trabaja en series que desarrolla a largo plazo, concediéndose el tiempo necesario para madurar sus ideas en el paso de los años.

Componen la exhibición imágenes que inciden en el desamparo que para extensísimas zonas españolas ha supuesto el abandono de la agricultura y la ganadería como opciones productivas viables para capas más o menos amplias de población, la adopción de un modelo económico basado en los servicios y predominantemente urbano y, sobre todo, la ausencia de alternativas en estas áreas, más allá de valiosísimas iniciativas, individuales o grupales, de impacto limitado.

Joan Alvado. Tierras Altas de Soria, 2017. Serie El último hombre sobre la tierra
Joan Alvado. Tierras Altas de Soria, 2017. Serie El último hombre sobre la tierra

Alvado ha optado por adoptar la hipótesis de que este fenómeno, común a los países desarrollados pero especialmente presente en el nuestro, no tenga marcha atrás y sus fotografías en Orense nos llevan a imaginar un futuro en el que inmensas áreas, cercanas y de todo el planeta, se encuentren total o casi completamente vacías y la vida que en ellas se desarrolle no se parezca en nada a la que hoy conocemos. Así, la que ha venido en llamarse Laponia del Sur ha sido para este fotógrafo de Altea, residente en Barcelona, un mero punto de partida a la hora de vertebrar un ensayo visual, El último hombre sobre la tierra, destinado a generar reflexiones sobre el panorama que esperaría a estas zonas si prosigue su vaciamiento.

Ha querido esquivar la melancolía; nos invita a mirar el territorio por caminos distintos y también a especular cómo podremos observarlo si careciera de las huellas humanas que hoy sentimos familiares: Quería evitar un enfoque nostálgico sobre el mundo rural y he decidido reinterpretar el paisaje y sus habitantes, generando una visión diferente sobre la naturaleza de estos lugares. Una visión, con un punto de separación sobre la realidad, que desafía nuestra percepción del territorio, convirtiéndolo en un lugar fantástico, desconocido. ¿Cómo serán estas áreas en 30, 40 o 50 años? ¿Qué queda cuando una población desaparece?

Así, sus bosques, ríos y montañas, paisajes en sus formas más puras, se encuentran inmersos en atmósferas propias de la ciencia ficción que, inquietantemente, no se alejan demasiado de las que hace mucho ofrecen: un vaciamiento en el que cabe el todo y la nada. Otro de sus propósitos es plantear cómo nos relacionamos con este medio natural del que nos alejamos desde hace décadas y cuál es nuestra responsabilidad, individual o colectiva, sobre él.

Decíamos que Alvado cuece sus series a fuego lento, y en esta de El último hombre sobre la tierra ha estado sumido desde 2017, profundizando en las relaciones entre naturaleza y despoblación extrema con el apoyo del programa Leica LFI LoanPool. Antes de en Maisa Marimón, hemos podido ver algunas de estas imágenes publicadas en FI magazine, The Guardian, Fisheye o China Life o en los festivales Circulations (Francia) y Verzasca Foto (Suiza). Le han valido, además, menciones en el l Premio Galicia de Fotografía Contemporánea, en Pictures of the Year Latinoamerica, Guernesey Photo y Kolga Tbilisi Photo Awards y forman parte de la selección “Fresh Eyes 2020” de fotografía contemporánea europea, a cargo de la revista especializada GUP magazine.

Joan Alvado. Els Ports, 2018. Serie El último hombre sobre la tierra

Joan Alvado. Montes Universales, 2018. Serie El último hombre sobre la tierra
Joan Alvado. Montes Universales, 2018. Serie El último hombre sobre la tierra

 

Joan Alvado. “El último hombre sobre la tierra”

GALERÍA MARISA MARIMÓN

c/ Benito Vicetto, 5 Bajo

Orense

Del 19 de noviembre de 2020 al 20 de enero de 2021

 

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