Javi Cruz y el chopo temblón

Presenta en el Centro de Arte Dos de Mayo su proyecto Trémula

Móstoles,

En los años ochenta, junto al edificio de San Blas donde creció y aún vive el artista Javi Cruz, plantaron un chopo temblón (Populus tremula es su nombre científico) que el año pasado fue talado al presentar una enfermedad. La noche de la tala, el artista recogió media tonelada de su madera, restos que hablan de la vida del mismo árbol y de otras y que él viene entrelazando con retazos de historias, individuales y colectivas, en formas muy diversas: grafitis que son arqueologías, alfabetos derivados de formas vegetales, ventanas convertidas en macetas, paredes marcadas por la presión de un garbanzo, cristales que son huellas de un botellón…

Esos trozos de vida componen “Trémula”, la exhibición que hasta abril presenta en el CA2M de Móstoles, junto a algún trabajo anterior como Temple (2018), que ya pudo verse también en este espacio, en la exposición “Querer parecer noche”: hizo efervescente una pared.

Esta vez este autor, que ha cultivado el baloncesto y el grafiti además de las artes plásticas y que ha expandido sus intereses hacia la escenografía, la albañilería, la performance o la oralidad, incide en la estrecha relación de las plantas con nuestras subjetividades (Timothy Morton decía de ellas que contienen deseos, incertidumbres y posibilidades), las conecta con nuestras emociones y subraya las relaciones entre la naturaleza y sus objetos, el lenguaje y su dimensión matérica y entre tantas cosas y las segundas vidas que las evocan.

Javi Cruz. "Trémula". CA2M. Fotografía: Jorge Anguita Mirón
Javi Cruz. “Trémula”. CA2M. Fotografía: Jorge Anguita Mirón
Javi Cruz. Trémula, 2020
Javi Cruz. Trémula, 2020

“Trémula” se ha concebido específicamente para el Centro de Arte Dos de Mayo, es el fruto de varios meses de trabajo tanto en sus instalaciones como en el taller del artista y se nos propone, justamente, como un manual de uso para esa suerte de reencarnaciones, de segundas oportunidades en las que puede diluirse lo real y lo ficticio. Han colaborado en el proyecto varios creadores y profesionales en campos diversos de la generación de Cruz, que habitualmente plantea en sus procesos de trabajo “cadenas de implicación”: Cristina L. Bolívar se ha encargado del diseño de luces, Alejandro Gómez Pérez lo ha asesorado en asuntos químicos, Juan Luis H. Cardós en micología, Esther Gatón y Paco Graco presentan piezas invitadas, Fernando Gandasegui e Iñaki Álvarez han aportado, respectivamente, carbón y compost; los cristales proceden de la Real Fábrica de La Granja y, por último, Andrea González se ha encargado del diseño de publicación.

Muchos de ellos no son presencias nuevas en la producción de Cruz, que ha trabajado tanto individualmente como junto a los colectivos Elgatoconmoscas y PLAYdramaturgia. Ha colaborado en procesos escénicos con Cris Blanco (Bad Translation), Claudia Faci (Los trabajos del amor), María Jerez (Yabba, The Stain), Aitana Cordero (Los besos), Nyamnyam (Comida, 8.000 años después) y Cuqui Jerez (Las Ultracosas, Mágica y elástica). También es la mitad del Bar Yola, junto a Fernando Gandasegui: este proyecto aúna lo escénico y lo pedagógico y toma su nombre de un bar próximo al Teatro Pradillo donde ambos se formaron como programadores y como público. Asimismo, hace dos años y junto a Jacobo Cayetano (Zuloark), puso en marcha la plataforma Bosque real, concebida para repensar la presencia de la naturaleza en las ciudades y poner en valor patrimonios olvidados, volviendo a relatarlos desde perspectivas múltiples; este último interés es común a “Trémula” y ya se materializó en un festival dedicado a la historia y el territorio de la Casa de Campo madrileña.

Las maneras de producción de Cruz son comunes entre muchos autores de su generación: atienden a los sucesos políticos y sociales de su tiempo; los dotan, con cierta agilidad, de valor simbólico sin restarles, en lo posible, complejidad y trabajan adoptando diversas disciplinas en función de sus mensajes, desde la fluidez en técnicas y formatos. Cruz ha elegido valerse de materiales de muy distinta condición, pero también del cuerpo, la voz y la escritura a la hora de hacer referencia a ansiedades colectivas desde un punto de vista subjetivo y a nuestra capacidad, también colectiva, de afrontarlas.

Javi Cruz. Trémula, 2020
Javi Cruz. Trémula, 2020

 

 

Javi Cruz. “Trémula”

CA2M. CENTRO DE ARTE DOS DE MAYO

Avenida de la Constitución, 23

Madrid

Del 19 de enero al 25 de abril de 2021

 

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