Jasper Johns grabador

Se exponen en la Sala BBK de Bilbao algunos de los mejores aguafuertes del artista norteamericano

Como Matisse y Picasso, a quienes la Fundación BBK ha dedicado sendas muestras individuales recientemente, Jasper Johns entendió grabado y pintura como facetas indisociables y complementarias de su producción y concedió gran importancia al dominio de las técnicas del aguafuerte y de litografía. Pese a ello, han sido muy escasas las exposiciones que, tanto en Europa como en América, se han destinado a estudiar este capítulo de su obra, de ahí la relevancia que adquiere la exhibición que hoy se abre en la Sala BBK de la Gran Vía de Bilbao.

 

“Jasper Johns grabador” comprende una cuidada selección de aguafuertes que Johns, a quien Leo Castelli definió como catalizador de ideas y heredero del Expresionismo abstracto, produjo en el taller Crommelynck de París y en la Universal Limited Art Editions de Nueva York. Se trata de estampas que llaman nuestra atención por su cuidada variedad de tonalidades grises logradas mediante el empleo de todos los recursos del ácido, del cobre y de la piedra caliza con procedimientos propios de un artesano minucioso.

 

Los grabados de Jasper Johns son el fruto de repeticiones infinitas de un mismo trazo y de yuxtaposiciones de fragmentos de prensa con intención reflexiva y con la voluntad de ampliar y modificar las técnicas escogidas.

 

Se cree que la pasión de Johns por el grabado puede surgir de su encuentro, en 1954, con Tatyana Auguschewitsh-Grosman y se acentuó quizá tras conocer, en 1957, a Leo Castelli, quien inauguraría un año más tarde su galería con obras del artista, propiciando su reconocimiento. Los famosos signos, números, letras y banderas de gran plasticidad que son propios de las pinturas del americano se dejan ver también en sus esculturas y en las estampas que, hasta el 26 de noviembre, podemos ver en Bilbao.