El resurgir de Kali como ciborg contemporánea. Por Susana Blas
INFORME. Marina Núñez
Del 17 de diciembre de 2010 a 5 de febrero de 2011.
Galería Isabel Hurley
Paseo de Reding, 39 (Málaga)
http://www.isabelhurley.com/
www.marinanunez.net
“El presunto triunfo de la alta tecnología no se ve correspondido con un salto de la imaginación humana encaminado a crear nuevas imágenes y representaciones. Más bien al contrario, lo que veo es la repetición de temas y clichés muy antiguos, disfrazados de nuevos avances tecnológicos. Esto demuestra que hace falta algo más que una máquina para alterar verdaderamente los modelos de pensamiento y hábitos mentales.” Rosi Braidotti
La exposición de Marina Núñez que puede verse desde el 17 de diciembre en la Galería Isabel Hurley de Málaga, bordea de nuevo algunas de sus viejas inquietudes, como las mutaciones identitarias, la crisis del paradigma humanista herido en su fusión con las tecnologías, o las contradicciones entre lo natural y lo artificial, en un paisaje que se revela contaminado por catástrofes naturales e ideológicas.
Son antiguas preocupaciones… pero tal vez, cuando Marina empezó a concebir sus primeras identidades mutantes, prolongando su investigación sobre los cuerpos anómalos, nuestra experiencia como ciborgs contemporáneos no era tan intensa como la vivida durante esta primera década del siglo XXI. En muchos aspectos, teníamos aún una experiencia impostada, heredera de los relatos de la ciencia ficción, una experiencia “intuida”… pues no habíamos aún sufrido en nuestras carnes, y “en nuestros cables”, tanto vértigo, distorsión, desubicación… desmaterialización, con las ventajas e inconvenientes que estos procesos traían.
Puede que lo que menos imaginábamos fuera que este paso al ciborg se viviría en un clima extremo de tensión social mundial, en un paisaje cada vez más egoísta, precario, capitalista… Os diré que las fábulas futuristas de Marina, que sigo puntualmente, y que siempre me han removido en el terreno discursivo, se me hacen esta vez más físicas y carnales que nunca. Esta serie de infografías, vídeos y dibujos es especialmente rotunda. Menos etérea y fantasmagórica. Más “real”.
Esta fábula de mujeres mutantes, me recuerda por igual al momento último, como al momento primigenio, de comienzo de la especie. Sus criaturas, me trajeron a la mente a las mujeres de La Grieta (2007) de Doris Lessing, a su historia del origen de la humanidad, en la que un grupo de mujeres que vivían en las rocas, se fecundaban solas, sin necesidad de varones. Da igual que sea el principio o el final de la humanidad. Ya estamos viviendo de nuevo este capítulo gracias a las técnicas in vitro y a las promesas de clonación.
Mujeres solas. Mujeres enormes. Gigantas que rezuman fortaleza y derrota. Las infografías de las mujeres mutantes de la serie Ciencia ficción (2010) tendidas en paisajes devastados, parecen recién paridas: satisfechas y agotadas a un tiempo. Poderosas y mermadas. Incapaces de saber las criaturas que están engendrando…su cuerpo evoluciona insospechadamente hacia mutaciones sin control. Parece que han luchado y han vencido, pero el trofeo, tras aniquilar el territorio conocido, no es complaciente: deberán empezar en un mapa incierto e inestable.
De las cabezas de las mujeres de la serie de vídeos Ingenio (2010) surgen prolongaciones, a modo de aparatosas cornamentas de cabezas clónicas y artilugios científicos anticuados…más cercanos a cachivaches que a la inmaterialidad soñada. Son mujeres que tratan sin éxito de separarse del suelo, de erguirse, pero los lastres científicos les impiden levantarse.
Si Donna Haraway proponía “preferir el ciborg a la diosa”, en este nuevo capítulo del imaginario de Marina Núñez, veo nuevas diosas ciborg: no las diosas objeto de la fecundidad, sino encarnaciones contemporáneas de la diosa Kali, creadora y destructora del universo, a un mismo tiempo. Mujeres que ya han destruido el viejo paradigma… y que se reproducen ahora bajo nuevas reglas, todavía desconocidas para ellas mismas. Como Kali, multiplican sus cabezas, sus miembros, en una reproducción descontrolada… mientras hacen temblar la tierra inerte bajo sus pies.
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