Heinz Mack, de Zero a hoy

Sperone Westwater repasa la trayectoria del artista alemán desde 1955

Heinz Mack From ZERO to Today, 1955-2014

SPERONE WESTWATER GALLERY

121 & 142 Greene Street

Nueva York

Nueva York,

Coincidiendo en fechas con la exhaustiva muestra que el Solomon R. Guggenheim Museum dedica al Grupo Zero, “ZERO: Countdown to Tomorrow, 1950s–60s”, la galería neoyorquina Sperone Westwater nos ofrece hasta el 13 de diciembre una antología del artista que fundó en 1957 junto a Otto Piene el colectivo que revitalizaría (y pondría patas arriba) el arte europeo de postguerra: Heinz Mack, en activo desde 1955 hasta 2014. La exhibición presta especial atención al periodo en que permaneció vinculado a ZERO: el comprendido aproximadamente entre 1957 y 1966.

El alemán acuñó en 1958 el término “relieves de luz” para hacer referencia a obras de superficies metálicas con escasa profundidad concebidas para colgarse en la pared y dar lugar a dramáticos juegos de luces y sombras. Algunas de ellas podrán verse en el inicio del recorrido de esta exhibición, junto a pinturas en las que Mack abandonó parcialmente el color en favor de un dinamismo puro generado por estructuras de trazos paralelos que lo acercaron al arte cinético por su capacidad de transmitir cierta vibración óptica.

ZERO apostó por la reducción de la pintura a la luz y al color puros

Más adelante, trataría de desarrollar efectos semejantes utilizando otros medios, como las tiras de aluminio dispuestas sobre superficies de madera que integran Movimiento Kinetik (Lammellen-Relief) (1967), expuesta en Nueva York.

La producción más reciente de Mack comprende pinturas recientes articuladas en bandas cromáticas de progresión geométrica, piezas que derivan de sus primeros trabajos monócromos y en las que ha cuidado la calidad de la luz en un intento de convertir la percepción en un acto creativo y libre basado en el atractivo sensorial de las obras.

Asimismo, en Sperone Westwater podremos ver una selección de fotografías de los sesenta rara vez mostradas al público que evocan el espíritu experimental de la Bauhaus y nos hablan del interés de Mack, y del resto de los miembros de Zero, por el arte cooperativo y transmedia.

Zero fue un movimiento artístico vanguardista de rango internacional y abierto a nuevas orientaciones y a un nuevo lenguaje estético. Una cincuentena de artistas de tendencias análogas convergieron en el predominio de la no-objetividad pura que defendieron Mack y Piene, entre ellos Klein, Fontana, Manzoni, Uecker, Verheyen, Opalka, Graubner, Bury o Tinguely. Pusieron en marcha grandes exposiciones, redactaron manifiestos, crearon galerías y publicaron revistas donde dieron forma a sus postulados estéticos: reducción de la pintura a la luz y al color puros, arte basado en una conciencia intemporal, ajeno a toda reproducción de la realidad y evocador de espacios ilimitados, de un estado de meditación y contemplación y una radical desmaterialización de la existencia.

El ocaso de ZERO, en 1966, fue tan festivo como sus inicios: ocurrió con una fiesta donde se hizo rodar un coche en llamas hasta que se sumergió en el Rin. Mientras silbaban, lo dejaron hundirse y un millar de personas celebraron el acontecimiento. Mack dijo: Yo mismo había deseado este final: un final que encontré tan liberador como fue el comienzo de ZERO.

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