Heimo Zobernig y la escenografía del arte

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El Museo Reina Sofía presenta en el Palacio de Velázquez la primera retrospectiva española del artista

Madrid, 08/11/2012



“Heimo Zobernig”

PALACIO DE VELÁZQUEZ
Parque del Retiro 28009
Madrid
Del 9 de noviembre de 2012 al 15 de abril de 2012

El Museo Reina Sofía repasa, en colaboración con Kunsthaus Graz, la trayectoria del austriaco Heimo Zobernig en una muestra que mañana abrirá sus puertas al público en el Palacio de Velázquez del Retiro y que presenta cuarenta pinturas, esculturas, vídeos e instalaciones, desde trabajos iniciales de los años ochenta hasta sus obras más recientes. Para la ocasión, Zobernig ha propuesto una sorprendente intervención que modificará nuestra percepción del espacio del palacio mediante un inesperado telón que funcionará como muro. Se han eliminado casi todos los tabiques de la sala, convertida en un elemento esencial del planteamiento expositivo ideado por Zobernig.

Este creador aborda en su producción, desde un punto de vista crítico, el relato del arte en medios como la arquitectura, el diseño y el teatro, removiendo intencionadamente posiciones ideológicas subyacentes en estos ámbitos y reinterpretándolas con su característica economía de medios.

Para Zobernig, la reflexión sobre el modelo expositivo y su contexto son esenciales: no es casual que para esta antología haya subvertido la función habitual de la obra de arte al desposeerla de su aura, anulando la tan habitual distancia entre obra y público.

Vista de la exposición de Heimo Zobernig en el Palacio de Velázquez. Fotografía: Joaquín Cortés/ Román Lores. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2012

Los muros del Palacio de Velázquez han quedado convertidos prácticamente en obras escultóricas, evidenciando así su temporalidad. La estructura del palacio se ha transformado en una escenografía grandilocuente e íntima en la que se exponen algunas de sus esculturas de menor formato.

La puesta en escena del arte constituye una reflexión constante en la obra del artista: telones, pantallas en blanco y elementos arquitectónicos como paredes temporales y suelos enmoquetados semejan una obra de arte minimalista que a la vez desempeña su función como soporte de otras obras, poniendo de relieve la importancia de la escenificación del arte como motor del mismo.

Vista de la exposición de Heimo Zobernig en el Palacio de Velázquez. Fotografía: Joaquín Cortés/ Román Lores. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2012

El espectador queda convertido, en este proceso, en protagonista plural del camino de la resignificación del arte y tendrá la sensación de moverse en un escenario teatral plagado de objetos apilados, cortinas, estantes, pedestales, espejos, pinturas, mamparas descontextualizados. El azar y el público son tan importantes en las exhibiciones del artista como su propia obra; en sus palabras, con cada obra, el sentimiento es sorprendente y, también, la dosis de libertad.

En declaraciones a El Cultural, Zobernig firmó ver el Palacio de Velázquez como una plataforma única en la que ciertas partes se contraen y otras se amplían a través de su intervención: la idea que tengo de la exposición es que no debe ocultar la calidad de la arquitectura, pero sí debería ofrecer una nueva experiencia de ella.

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