Peter Hauenschild y Georg Ritter comenzaron a realizar sus dibujos monumentales conjuntamente en 1989 y Markus Muntean y Adi Rosenblum empezaron a colaborar en 1992; ambos dúos están establecidos en Austria, han forjado estilos difíciles de confundir y la Albertina les dedica, por sus extensas trayectorias como grupos y esa raigambre en el país, una doble retrospectiva que revisa sus principales proyectos hasta ahora, algunos integrados en las colecciones del propio centro vienés.
Hauenchild Ritter, como dijimos, hicieron suyo en su labor a dos el género del dibujo, a priori el modo más individualista de expresión estética. Es imposible disociar en sus trabajos los trazos salidos de la mano de Peter y la de Georg, lo que puede resultar extraordinario, como tampoco es común el proceso del que son fruto esas imágenes: componen escenas digitalmente y diseñan objetos por ordenador antes de dibujarlos a mano y en papel, juntos. En capas aplicadas sucesivamente, se alternan dando forma a interiores, paisajes y figuras y más de una vez han explicado que este tipo de obras siempre surgen durante sus descansos entre otras propuestas o en situaciones alejadas de la vida cotidiana.
Les sirven para tomar distancia (y descanso) respecto a la proliferación visual en que estamos inmersos y también del resto de su común producción, por lo que está técnica implica de meticulosidad y atención hasta forzar el punto muerto, el punto final.
Con esa sobreabundancia de material iconográfico característica de las últimas décadas también se relaciona el trabajo de Muntean/Rosenblum. Markus y Adi se inspiran en los miles de fotografías que cada día ofrecen medios de comunicación, revistas de moda y redes sociales para encontrar principios formales comunes en ellas y vinculados a la Historia del Arte: posturas y gestos, determinadas expresiones faciales, ciertas formas de mostrar belleza que podemos entender como propias del pasado y que la prensa e Internet parecen devolver al presente.
En sus pinturas encontramos figuras tomadas de contextos muy diversos, situadas en interiores o en paisajes, que dan lugar a escenas marcadas por su rigor compositivo, normalmente en color pero también en blanco y negro. La mayoría de ellas tienen como modelos a jóvenes inmersos en actividades de ocio, pero su actitud no resulta despreocupada ni lúdica, sino que observan al espectador con expresiones ambiguas, entre la seriedad y la melancolía. Los textos que acompañan sus lienzos, a menudo tomados igualmente de fuentes literarias, ahondan en esa imprecisión, abriendo del todo al espectador la interpretación de sus escenas.
Parecen plantearse cuestiones trascendentales a las que no obtienen respuesta.
“Hauenschild Ritter – Muntean/Rosenblum. Two Artist Collectives in Austria”
Karlsplatz 5
Viena
Hasta el 15 de enero de 2023
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