Hans-Peter Feldmann, lo que hay donde nadie mira

Hans-Peter Feldmann. Vista de su exposición en la Serpentine Gallery. © 2012 Jerry Hardman-Jones

El Deichtorhallen de Hamburgo dedica una retrospectiva al artista alemán, que ha buscado cerrar brechas entre el arte y lo cotidiano desde los setenta

Desde el 1 de marzo hasta junio en Deichtorhallen, Hamburgo

Organizan: Deichtorhallen, Serpentine Gallery y Bawag Foundation

 

Nacido en 1941 en Düsseldorf, Hans-Peter Feldmann comenzó a darse a conocer en los tempranos setenta gracias a series fotográficas de carácter enciclopédico en las que retrataba escenas banales y objetos cotidianos imprimiéndoles una pátina poética a través de una cuidada iluminación. Desde entonces (con un paréntesis en los ochenta que aprovechó para abrir una tienda de antigüedades), Feldmann ha protagonizado muestras muy recordadas en el Guggenheim de Nueva York, en Documenta o en la Bienal de Venecia, se ha convertido en una de las figuras esenciales del arte alemán actual junto a Richter y Polke y ejerce una influencia vital en creadores europeos más jóvenes.

 Hans-Peter Feldmann. Vista de su exposición en la Serpentine Gallery. © 2012 Jerry Hardman-Jones

El Deichtorhallen abrirá en marzo una exhaustiva retrospectiva que incluirá una selección de instalaciones, esculturas y pinturas representativas de su trayectoria y que busca resaltar que el humor sutil con el que el artista las llevó a cabo en su momento no ha perdido un ápice de vigencia y mantiene su poder de seducción. Los trabajos de Feldmann se introducen a veces en el universo infantil y en otras ocasiones abordan la erótica del poder o nuestros hábitos de consumo. En Hamburgo podrá verse su célebre versión coloreada del David de Miguel Ángel, juego chinesco de sombras de objetos vulgares sobre un muro (Shadow Play) y el contenido de los bolsos de varias mujeres anónimas a las que el creador alemán se los compró por 500 euros la unidad. (Esta instalación ya formó parte de una reciente exposición en Deichtorplatz).

Hans-Peter Feldmann. Vista de su exposición en la Serpentine Gallery. © 2012 Jerry Hardman-Jones

Además de en la vida ordinaria, Feldmann encuentra su material de inspiración en los medios de comunicación de masas: una de sus obras está formada por las portadas de 300 periódicos internacionales el día posterior a los atentados del 11-S; otra, titulada 100 years, se compone de retratos de personas de todas las edades entre 0 y 100 años; pero también la historia del arte es una de sus grandes referencias: sometió a reproducciones de varias pinturas de Modigliani a pequeñas intervenciones, invitando al espectador a mirarlas más de cerca para intentar bajar al arte clásico de su pedestal y subvertir la creencia de que la búsqueda de la belleza es el motor de las representaciones artísticas.

Con ese fin, Feldmann ha borrado barcos de paisajes marinos, ha incorporado narices rojas a retratos clásicos y la línea de moreno del biquini a los desnudos de Courbet buscando desafiar los cánones y perder el respeto devocional a una tradición artística occidental excesivamente alejada de lo cotidiano e idealizada en nuestra percepción, según el artista.

 Hans-Peter Feldmann. Vista de su exposición en la Serpentine Gallery. © 2012 Jerry Hardman-Jones

Resulta clave en la producción de Feldmann su afán coleccionista o recolector, presente desde sus inicios: acumular piezas aparentemente iguales y explorar las posibilidades de su presentación conjunta para enfrentar al público a los mitos y carencias sociales es la base de su trabajo. Sus instalaciones, a partir de las que ha editado algunos pequeños libros, configuran tratados irónicos sobre el mundo contemporáneo, gabinetes de curiosidades que nos hablan de nuestras filias y fobias.